Déjame ir (Kookmin)

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En el momento en que se cerró la puerta, Jungkook giró sobre sus talones y corrió hacia Jimin, quien tenía la boca colgando y las lágrimas rodaban por su rostro. Estaba congelado en el sofá y el príncipe se sentó a su lado agarrando su pequeño cuerpo con ambas manos y sacudiéndolo lentamente. Jungkook recordó, recordaba claramente lo que Jimin preguntó. No llamarlo puta y esa puta... Han tuvo que...

"Jimin... Jimin escúchame. ¿Estás escuchando, hmm? Sacudió el cuerpo de Jimin lentamente para desviar su atención. El príncipe sabía que tal vez su mente estaba en el recuerdo que tenía con la palabra y primero tenía que traerlo de regreso.

"Mi omega, ¿estás aquí con tu alfa? Contéstame..." el príncipe comenzó a liberar feromonas calmantes y Jimin comenzó a respirar suavemente volviéndose hacia él.

"Así es, bebé ... respira conmigo... Uno... dos... tres... así es..." El príncipe tragó saliva y sintió que su corazón se tranquilizaba cuando el omega comenzó a respirar profundamente. Tenía miedo por el niño. Teniendo un mal pasado, sabiendo cómo eso puede perseguirlo, no quería que su omega pasara por lo mismo así que lentamente rodeó a Jimin con sus brazos acercándolo hasta que estuvo sentado en su regazo. Piernas colgando de sus costados y más cerca de él. Tiró más de Jimin enredando sus brazos alrededor de su cintura lentamente contando con cada respiración de Jimin. Ni siquiera notó el nombre de bebé saliendo de sus labios.

"Así es... Tu alfa está aquí, ¿vale? Estoy aquí... No llores..." Jungkook comenzó a acariciar el costado de Jimin lentamente para ver las lágrimas corriendo por la suave piel del omega. Lo secó mirando como Jimin volvía su rostro hacia él. Sus labios temblaban y el príncipe no quería nada más que hacer que su omega se sintiera seguro y detener sus gritos.

"Su... alteza yo... yo... lo siento-"

"Shh... shh... ¿por qué te disculpas? Debería ser yo quien lo haga por... ella". 'Para mi prometido' no se sentía bien en sus labios.

"Yo... Ella tiene razón. Soy... una puta. Todo el mundo lo sabe. Yo...

"Jimin no..." Jungkook sintió una punzada en su corazón y abrazó al omega en un segundo manteniendo su cabeza en el pequeño hombro del omega. "No tú no eres. Eres mi belleza... mi omega. Mi pequeño inocente y lindo nada más. ¿Me escuchas?" susurró arrastrando su rostro en el largo cuello de Jimin olfateándolo. Todo lo que quería era calmar a su omega. Jimin agarró la camisa del príncipe por sus hombros y cerró los ojos sobre la suave piel de su cuello, las feromonas trabajaron lentamente en él.

"Yo... me acosté contigo por dinero. Soy uno. Yo... no tengo derecho a ser tu... tu omega, su voz baja era tan quebrada y el príncipe, sin ceder ni un minuto, tomó a Jimin al estilo nupcial y lo llevó a su cama. Quizás su olor en su nido ayude al omega, haciendo que Jimin se sentara en la cama, Jungkook también se sentó con él ahuecando su pequeño rostro con una mano.

"Jiminie... dijiste que las promesas no son palabras, ¿recuerdas...?" preguntó el príncipe lentamente entrelazando sus dedos en los deditos del omega. Comenzó a acariciar la suave mejilla con la otra mano cuando Jimin asintió.

"Entonces deberías saber que una puta y un sugar baby también son diferentes. Ellos son diferentes. ¿Por qué llamaríamos puta a un sugar baby si tienen el mismo significado? ¿Por qué no utilizar sólo una palabra? No eres una puta y eres sólo un bebé. Un sugar baby. El bebé de daddy Jungkook, ¿vale? el príncipe tragó saliva diciendo la última frase. Se sintió tan bien en su propia lengua y Jimin resopló. ¿Cómo es eso posible? Si no es una puta ¿por qué lo llamaban así todo el tiempo? ¿Por qué sentí como si me apuñalaran al escucharlo?

"Pero... pero dormí-"

"Te acostaste conmigo, Jiminie... yo. Solo yo." A la mierda, Jungkook simplemente se tomará el tiempo y explicará todo, hará que los oscuros recuerdos de su omega desaparezcan con una dulce verdad. Él evitará que su omega tenga dudas. "... una persona que tiene relaciones sexuales con alguien no la convierte en una puta. ¡Una puta es alguien que se acuesta con cualquiera y con todos, si hay una puta entonces esa soy yo, no tú! dijo con tanta confianza. Después de todo, era la verdad y estaba pasando el límite en el que no quería entender sus errores.