Déjame ir (Kookmin)

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La habitación olía tan nueva, tal como entró el primer día. Tocó todos los muebles tomándose su tiempo para darse cuenta de que todos eran iguales bajo sus dedos, excepto la cabecera de la cama que ahora estaba completamente acolchada, excepto el vidrio que sintió antes. De alguna manera le tranquilizó saber que nada había cambiado. ¿Cómo puede creer que destruyó todos los muebles como un animal, cómo puede creer que se ha vuelto salvaje sólo porque no podía tener al príncipe en su celo? Con el corazón apretado con fuerza, miró hacia el lado donde estaba sentado Hoseok y describía sus últimos días. Jungkook tenía una prometida, sí, pero ¿Cómo podía ignorarlo en su celo? Si el príncipe entraba, había una cosa que tenía que hacer: joder a Jimin, lo cual al alfa siempre amó pero lo rechazó cuando Jimin lo necesitaba. ¿No podía ni siquiera respetar el hecho de que estaba ahí dejando que el alfa lo llevara en cualquier lugar que quisiera, en cada superficie de su rutina? Una lágrima rodó por sus ojos.

El omega no sabía que eran compañeros destinados. Si supiera que el príncipe lo rechazaría incluso después de saber que quedaría devastado. Jimin siempre fue amable. No importa lo que la gente le había hecho, él nunca odió a nadie y cuando el príncipe le pidió que fuera su sugar baby, cuando arremetió contra él, cuando lo folló como una bestia, siempre se mantuvo tranquilo pensando que todo se resolverá y terminado pronto. ¿El príncipe se abrió a él, le pidió ayuda para curarse dejándolo sufrir cuando quería que el príncipe volviera? ¿Eso incluso lo hizo volverse salvaje?

Todo está jodido y Jimin tomó aire.

"¿Cuándo podré irme de aquí hyung?" El beta entendió totalmente al omega. Deseaba poder llevarse sus melocotones a casa, pero cuando el investigador encontró un lugar para vislumbrar al culpable detrás del desastre que enfrentó su familia, Hoseok no sabía qué hacer. El plan era quedarse como estaban.

"Gu encontró algo más melocotones y... Appa quiere que nos quedemos un poco más de tiempo, pero... si quieres irte, puedo..."

"No quiero que me toque más hyung..." lamiéndose los labios y soltando un suspiro. Hoseok se levantó dando unos pasos hacia el omega, abrazó al niño más pequeño. Los dulces besos y abrazos que presenciaron del príncipe y su hermano hicieron que la mente del beta se llenara de recuerdos. Estos dos están muy jodidos.

"Ya no quiero ser su sugar baby. Por favor, haz algo con ese hyung... Puedo morir de hambre en el camino, pero no quiero que él me use de nuevo solo para que me ignore... Estaba soportando mucho dolor en mi cuerpo y corazón todo el tiempo, pero esta vez... es diferente. Cuando pienso en eso, me volví salvaje y él me dejó sufrir... ya no puedo hacer esto hyung..." susurró abrazando al beta, las lágrimas rodando por sus ojos y susurrando. No voy a mentir, Jimin se sintió agradecido por el alfa por ayudarlo a regresar y curarse, pero ¿aún así se puede comparar con todo el dolor por el que pasó?

"Él tampoco tuvo sexo contigo en tu calor y estoy feliz de que al menos te respete después de lo que hizo... Él no ha... vuelto a ser el mismo de antes, ese personaje de cabrón. Incluso se disculpó y a este paso estoy seguro de que puedo hacer que rompa el acuerdo que tienen ustedes dos. ¿Morir de hambre? ¿Olvidaste que tienes melocotones en paquete? No pienses en eso, pero... si le pidiera que... lo rompiera y aun así te dejara quedarte aquí, ¿harías eso? ¿Hasta que Gu descubra el nombre del culpable? Jimin respiró hondo. Él puede hacer eso. No es como si viera al alfa, así que estuvo bien. Sólo tiene que quedarse adentro o simplemente pedirle a Yoonha que lo ayude a evitar al príncipe, un poco más. Él puede hacer eso.

Al día siguiente se sorprendió cuando Hoseok lo llamó temprano en la mañana y le pidió que se preparara para salir. Espera... ¿se va del palacio? No, no, no puede, no estaba preparado. Ni siquiera pudo encontrarse con el príncipe por última vez y agradecerle por la vida que le dio, por darle la oportunidad de explorar cosas que nunca antes había hecho, de tomar un trago de vino tinto por última vez. Sólo una vez. Jimin sabía que quería dejar al príncipe y mantenerse alejado de él, pero en el fondo todavía había algo. Este dolor, este dolor en el corazón al darme cuenta de que el príncipe está ahora en los brazos de una dama, esta tristeza de saber que el príncipe no lo quiere. Aún así respiró hondo tratando de alejar esos sentimientos, tenía que respetarse a sí mismo.