Déjame ir (Kookmin)

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Hoseok respiró hondo recordando cómo Gu le dijo que todo debía ir despacio. Quizás Jimin pensando en quedarse sea la mejor opción ahora. Todo estaba sucediendo desde hace años y de repente, si se apresuraban a hacer un movimiento, sería malo para Jimin, sus hermanos y tal vez también para el príncipe. Jimin sonrió feliz cuando el beta le dijo que habló con Namjoon sobre esto y que se lo hizo saber al rey para aumentar la seguridad del príncipe.

"Entonces... ¿el asesor Kim lo sabe todo ahora? ¿Es seguro?" Preguntó Jimin suspirando. Lo primero que quería era que su familia estuviera a salvo y, en segundo lugar, que el príncipe fuera feliz. Jimin no sabía si esto era bueno o no, pero también sabía que no pueden mantener todo en secreto para siempre.

"De lo contrario, no le preguntaré si sabía algo acerca de que el príncipe le propuso matrimonio a alguien más o si había algo relacionado contigo... Así que... sí. El príncipe omega no lo sabrá. Pero Joon y su padre, el asesor principal, Kim, sabrán quién eres y... qué te pasó. Melocotones, si hay alguien más en quien puedas confiar excepto en mí, son Joon, Yoongi hyung y los príncipes... así que no te preocupes..." Jimin asintió. Está bien, lo harán. Haz algo y encuentra pistas para castigar al oficial Han que destruyó sus vidas.

"Debido a que te quedarás aquí de ahora en adelante y también eres muy sensible a los olores... puedes proteger al príncipe cuando no estemos cerca. Le pedí al rey que incluso nombrara algunas sirvientas para revisar sus comidas y ropa antes de que lleguen al príncipe" dijo el beta sacando su teléfono y revisando algo. Sabía que Jimin respondía y era sensible a nuevos olores debido a su discapacidad.

"¿Existe... ese tipo de peligro demasiado hyung? ¿Qué alguien podría incluso envenenarlo? La idea estaba asustando al omega hasta la médula. No puede estar cerca del príncipe todo el tiempo. Bueno, nadie puede. Si alguien puede apuñalar al príncipe por la espalda de esa manera, podría ser realmente peligroso.

"Sí." Jimin tragó saliva cuando el beta dijo. "Gu hyung me llamó diciendo que el trabajador beta del oficial Han a veces va a un laboratorio y eso le hizo sospechar de tal cosa".

"Pero hyung... la señora Han ya puede convertirse en reina, así que ¿por qué deberían dañar al príncipe?" Los labios de Jimin comenzaron a temblar al pensar que su alfa sería atacado nuevamente. Tal vez Han tenga nuestro alfa pronto, convirtiéndonos en un desastre, sorprendentemente este pensamiento no vino a la mente de Jimin ahora. Sólo estaba preocupado por el príncipe. Jungkook fue tocado y violado cuando era adolescente, ¿Qué pasará nuevamente con el alfa oficial Han? Ese estúpido alfa también hizo de la vida de Jimin un infierno. ¿Le volverá a hacer algo? ¿Sus hermanos? La línea de pensamientos de Jimin se rompió y sus ojos parpadearon cuando Hoseok tomó su mano lentamente.

"Puede ser más peligroso de lo que pensamos. El problema es que ni siquiera sabemos cómo arrestarlo sin solo obtener una orden policial, pero ¿Cómo vamos a explicar cómo llegamos a sospechar de él? No podemos simplemente ir a buscarlo, somos trabajadores de la familia real. Por eso no podemos tener prisa. Estaremos a salvo y haremos todo lentamente. Tenemos mucha suerte de que Gu hyung haya podido encontrar quién es el culpable, fue más rápido. Ahora es el momento de ser inteligente..." Cuando el beta dijo, ambos lobos exhalaron profundamente. Hoseok vio como el omega comenzó a picarse las uñas. Estaba preocupado y asustado. Hoseok pensó que era hora de hacerle saber al omega el mensaje que trajo así que formó una sonrisa.

"Dejemos eso de lado... Nos vamos a Estados Unidos". Jimin levantó la cabeza y miró hacia el lado donde estaba sentado el beta. Tragó saliva sonriendo con su hermano.

"Eso es genial... Diviértete hyung..." Hoseok sonrió mirando a su hermano.

"Dije 'nosotros' melocotones. Tú también irás..." Jimin lanzó sus ojos muy abiertos hacia el beta. Nunca salió de Seúl excepto el tiempo que vivió en Busan. Estaba agradecido con el príncipe por permitirle tener la oportunidad de al menos sentir el mundo exterior cuando fueron al campamento de lobos. Tampoco se puede olvidar el tiempo que pasaron en el yate. Pero ahora escuchar que se va a otro país también le hizo sentir curiosidad.