Jimin agarró los bíceps de Jungkook jadeando con fuerza cuando sintió suaves y húmedos besos en su cuello. El príncipe besó la piel y no lo pensó dos veces para chuparla con fuerza, haciendo que Jimin gimiera fuerte y temblando. El sabor de la crema batida y el glaseado de vainilla tan delicioso bajo su lengua cuando lamió el lugar y volvió a chupar. El príncipe sintió que sus labios pertenecían allí, sobre la delicada piel. Besos y besos. ¡A la mierda las reglas!
El dolor que Jimin sintió cuando Jungkook estaba chupando su piel desapareció cuando su lengua húmeda lamió el área más tarde. Jadeó fuerte cuando los suaves labios del príncipe dejaron más besos por todo su cuello. No quedó ni una sola célula de su cuello sin ser tocada por los labios del alfa. Cuando marcó todo el cuello del omega, Jungkook descendió sus besos hasta esas clavículas bellamente plasmadas tocando un lado y besando el otro y chupando, dándole el mismo trato al otro. Cuando el príncipe vio un hermoso lunar negro oscuro en su escote, recordando cómo siempre hacía que al alfa se le hiciera la boca agua, lo chupó allí gruñendo en voz baja.
"Oh... su... alteza... hmm..." Jimin gimió tan fuerte con los labios calientes y cosquilleantes en su sensible piel intacta.
"Sabroso... eres sabroso, mi belleza". Dijo Jungkook presionando la parte inferior de su cuerpo sobre el omega, dejando besos húmedos y lamidas en su pecho y abdomen. Asegurándose de dejar un gran chupetón oscuro encima de la cicatriz que tenía en el lado izquierdo de la parte superior del cuerpo. Tocando toda su piel excepto esos pezones rosados, Jungkook marcó su piel con sus labios y en ocasiones hasta con sus dientes.
Jimin jadeó con fuerza, con la boca bien abierta cuando sintió que Jungkook levantaba su cuerpo y tiraba de su pantalón deportivo y su bóxer de un solo agarre. Sacudió la cabeza de lado a lado sobre la cama gimiendo.
Jungkook se incorporó más, mirando al omega que estaba agarrando la almohada y gimiendo.
"Color Jiminie..." el nombre se deslizó como si perteneciera allí. Como si estuviera listo para ser liberado.
"Por favor... verde, por favor..." Jungkook miró al chico y luego dirigió sus ojos a la cabecera de la cama donde estaba el gran espejo. Sonriendo ante su propio reflejo, el príncipe agarró las caderas de Jimin y lentamente le quitó el pantalón y el bóxer, arrastrándolos lentamente con un solo agarre, dejando centímetro a centímetro el cuerpo del omega desnudo para él. En el segundo siguiente, toda la maldita ropa que Jimin tenía había desaparecido. Frialdad tocando su piel, sensación desconocida y ojos ardientes que lo aburren.
Pero el alfa estaba lejos. La familiar sensación de miedo se estaba comiendo vivo al omega. No conoce su cuerpo, hace años que no lo ve. ¿Era malo? ¿Feo? ¿Hubo cicatrices feas que le dejaron esos acosos? ¿Había cicatrices en la piel de su pene? ¿Era demasiado pequeño? ¿Fue aplastado por el alfa con olor a cedro una lástima que el alfa encima de él quisiera retroceder?
Deseó que Jungkook usara palabras porque no puede ver.
Una lágrima rodó por sus ojos, las inseguridades gritaban en sus oídos.
Jungkook captó la gota de agua salada que fluía por sus lindos ojos y se sorprendió por qué estaba sucediendo eso. No lo pensó dos veces para apoyarse en sus codos y lamió la lágrima besando suavemente los labios del omega queriendo quitarle toda su tristeza. En un segundo, las manos de Jimin estaban alrededor de su cuello, acercándolo, necesitando al alfa lo más cerca posible.
"No mi belleza... ¿por qué lloras? Dijiste verde, entonces ¿por qué...? Jungkook picoteó el omega entre cada palabra.
"Yo... no puedo ver... yo..." Jungkook sintió que alguien golpeaba su corazón, su garganta ardía al escuchar la voz quebrada. Deseó poder decir: "Me alegra saber que no puedes ver... así sé que no tengo que vendarte los ojos con seguridad" y reírme pero maldita sea, este omega lo estaba debilitando. El dolor que siente en su corazón, la necesidad de hacer que el omega se sienta seguro lo golpeaba con más fuerza.
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Déjame ir (Kookmin)
FanfictionSé mi sugar baby... recuerdos oscuros y un aliento frío se abanicaba frente al omega. ¿Quién eres? ¡No! Intentó alejarse del fuerte olor a alfa. El alfa simplemente sonrió Le dices no a tu príncipe. Veamos cómo termina El príncipe alfa pervertido, a...