Cap23: Impulsividad y Aliada inesperada

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Mientras se desplazaban silenciosamente alrededor del hospital, la tensión entre Tsume, Nonoe y Mikoto era evidente. Tsume, conocida por su naturaleza impetuosa y combativa, se mostraba cada vez más impaciente.

—Deberíamos estar haciendo algo más que solo rondar —murmuró Tsume con frustración. —Siento que estamos perdiendo el tiempo aquí.

Nonoe, por su parte, estaba claramente preocupada, pero su preocupación era más por Yasuke y Minato que por la falta de acción.

—Tsume, debemos ser cuidadosas —respondió Nonoe en un tono sosegado—. No sabemos qué nos podemos encontrar, y no queremos empeorar las cosas para Yasuke y Minato.

Mikoto, siempre la voz de la razón en el grupo, intervino para calmar los ánimos.

—Tsume tiene razón en que deberíamos ser proactivas, pero también entiendo tus preocupaciones, Nonoe —dijo Mikoto, buscando un equilibrio. —Necesitamos encontrar un balance entre la acción y la cautela.

Tsume gruñó ligeramente, insatisfecha pero consciente de la validez de los argumentos de Mikoto.

—Entiendo, pero siento que deberíamos estar haciendo más para ayudar —insistió Tsume. —No me gusta simplemente esperar.

Nonoe miró a Mikoto, buscando apoyo.

—Mikoto, ¿qué crees que deberíamos hacer? —preguntó, su voz revelando su ansiedad.

Mikoto se detuvo un momento, pensativa.

—Podemos intentar obtener más información —sugirió. —Si podemos averiguar más sobre lo que está pasando dentro del hospital, podríamos encontrar la mejor manera de ayudar a Yasuke y Minato sin interferir directamente.

Tsume asintió, aunque a regañadientes.

—De acuerdo, hagamos eso. Pero si encuentro alguna oportunidad de entrar en acción, la tomaré —dijo, su tono decidido.

Nonoe sonrió ligeramente, agradecida por la presencia equilibrada de Mikoto.

—Gracias, Mikoto. Siempre sabes qué decir para mantenernos enfocadas —dijo con sinceridad.

El grupo continuó su camino, con Mikoto liderando con su enfoque equilibrado, Tsume siempre alerta a cualquier signo de peligro, y Nonoe manteniendo sus preocupaciones por sus amigos en el corazón.

Al pasar cerca de la entrada del hospital, el trío escuchó a unas enfermeras comentando sobre un disturbio ocurrido en una de las habitaciones. Lo que realmente captó su atención fue la mención de un "chico rubio" como el causante del problema. Tsume, sin pensarlo dos veces, reaccionó de manera impulsiva.

—¡Espera, Tsume! —exclamó Nonoe, intentando detenerla.

Pero Tsume ya había avanzado hacia las enfermeras. Con un movimiento rápido, agarró a una de ellas por el brazo, su expresión llena de urgencia.

—¿Dónde está ese chico rubio? ¿Qué ha pasado? —preguntó Tsume con un tono que rozaba la exigencia.

La enfermera, sorprendida y un poco asustada, balbuceó intentando responder. Mikoto rápidamente intervino, tratando de calmar la situación.

—Tsume, ¡necesitas tranquilizarte! —dijo Mikoto, alcanzándola y poniendo una mano en su hombro.

Nonoe miró a su alrededor, notando cómo la gente empezaba a reunirse, atraída por la conmoción. Los murmullos y los gritos empezaron a elevarse, creando un ambiente tenso y caótico.

Antes de que la situación pudiera calmarse, dos chunin aparecieron, atraídos por los gritos y la conmoción. Al ver a Tsume agarrando a la enfermera, se acercaron rápidamente, sus rostros marcados por la preocupación y la autoridad.

Renacimiento en Konoha: El Cirujano de la HojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora