Cap40: Un Inicio y un Final

107 13 4
                                    

Yasuke, al escuchar las palabras de Sakumo, cerró los puños con fuerza mientras sus ojos permanecían apretados. La tormenta interna en su mente finalmente comenzó a calmarse. Cuando abrió los ojos, miró al leopardo, su fiel compañero, el que a pesar del poco tiempo juntos, había logrado crear un lazo inquebrantable.

—¿Estás seguro de que quieres dejarme esto a mí— preguntó con voz suave, lleno de dudas.

El leopardo, notando la inseguridad de Yasuke, con sus últimas fuerzas frotó su frente contra la de su joven amigo, transmitiendo un mensaje claro: su confianza estaba depositada en él. Ese gesto de cariño fue todo lo que Yasuke necesitó para despejar su mente. Sin más dudas, se dio la vuelta hacia Sakumo, su mirada determinada.

—Sensei, necesito tu ayuda —dijo con una firmeza renovada, dispuesto a honrar la última voluntad de su compañero.

Yasuke, con el corazón pesado pero decidido, sacó las últimas hojas de tranquilizante que tenía, con sumo cuidado colocándolas en la boca del leopardo, esperando a que surtieran efecto para aliviar su sufrimiento. 

Mientras el tranquilizante hacía su trabajo, Yasuke cambió su enfoque: ya no era un ninja en ese momento, sino un cirujano con años de experiencia. Su energía cambió completamente, y Sakumo, observando el proceso, pudo notar que Yasuke estaba en completa sintonía con la delicadeza y la responsabilidad de la situación.

Con movimientos precisos, siguiendo las indicaciones de Yasuke, Sakumo ayudó a abrir el vientre del leopardo. Aunque era una situación crítica, el proceso fue relativamente rápido, y pronto Yasuke pudo llevar a cabo la cesárea. Sacó al cachorro con sumo cuidado, sus manos seguras a pesar del caos emocional que experimentaba.

Yasuke llevó al pequeño cachorro ante su madre, que, a pesar de estar anestesiada y debilitada, lo reconoció. Con un gruñido suave, la leoparda expresó el aprecio hacia su cría. Yasuke colocó al pequeño sobre el pecho de su madre, quien, a pesar de su estado, logró darle algunos lametones lentos, dándole la bienvenida al mundo con ternura.

Finalmente Yasuke, con respeto y pesar, cerró la herida de su compañero, sabiendo en su corazón que no sería suficiente para salvarla, pero era su manera de rendirle el respeto final. Fue un gesto solemne, una despedida dolorosa pero llena de gratitud por el lazo que habían compartido.

Sakumo se mantuvo en un respetuoso silencio a un lado, comprendiendo que este momento no le pertenecía. Sabía que la conexión entre Yasuke y la leoparda debía desarrollarse sin interrupciones. Observaba con seriedad, pero con un toque de compasión en los ojos, mientras Yasuke hablaba suavemente con la leoparda, acariciando su cabeza.

—Mira, tu hijo... se parece tanto a ti —murmuró Yasuke entre risas y lágrimas, mientras miraba al pequeño cachorro acurrucado en su pecho.

El pequeño ronroneaba, sintiendo el calor de Yasuke, el mismo calor que había sentido de su madre.

—Prometo cuidarlo bien, te lo juro —dijo Yasuke con voz quebrada, aunque intentaba mantener la compostura.

La leoparda, aunque visiblemente debilitada, emitió un último y suave ronroneo, como si aceptara la promesa de Yasuke. Con una última mirada llena de entendimiento y gratitud, cerró los ojos para siempre.

Entre risas nerviosas y lágrimas que caían lentamente por su rostro, Yasuke observaba a su compañero irse, sabiendo que había hecho todo lo posible por honrar su vida. En sus brazos, el pequeño cachorro seguía acurrucado, buscando la calidez que había encontrado en Yasuke, mientras ronroneaba suavemente cada cierto tiempo, buscando consuelo.

—Te cuidaré —repitió Yasuke con una firmeza que surgía del dolor, pero también del amor y la lealtad hacia su amigo caído.

Tras un tiempo de viaje, Yasuke y Sakumo finalmente llegaron al primer refugio, el lugar donde Yasuke y el leopardo albino se habían conocido por primera vez. Con una sensación de tristeza y gratitud, Yasuke sabía que debía despedirse de su amigo de una forma adecuada. 

Renacimiento en Konoha: El Cirujano de la HojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora