|Pure poison with perfect teeth | capitulo cinco |
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Cornelia se sentó en silencio, contemplando la bandeja de comida frente a ella que llevaba algunos sándwiches y galletas. Estaba pensando en llevarlos a Lucy Gray Baird y a su amigo del Distrito Doce, Jessup. Coriolanus y Clemensia habían propuesto a Gaul la idea de acercar al público a los tributos, promoviendo apuestas e inversiones de dinero para enviar regalos que pudieran ayudar a los tributos a sobrevivir.
Con cuidado, Cornelia colocó un paño sobre sus rodillas y dispuso las galletas sobre él.
De repente, una voz alta y enfadada resonó a su lado. —¿Planeas alimentar a esa pobre niña solo para luego sacar provecho de las apuestas? —Sejanus la miraba con expresión expectante, sosteniendo su propio plato frente a él.
Cornelia aclaró su garganta y apartó la mirada, respondiendo con calma: —No soy como mi hermano, si eso es lo que piensas. Mi única preocupación es ayudar a Lucy Gray, sin importar el premio. ¿Acaso crees que tu tributo tiene alguna oportunidad si no se alimenta?
Sejanus titubeó, con el plato aún en sus manos, y finalmente se sentó frente a Cornelia. —Él era mi compañero de clase en el Dos —dijo con la mirada perdida.
—Lo siento, no es tu culpa —comenzó Cornelia, pero Sejanus la interrumpió rápidamente.
—Lo sé —afirmó con sarcasmo—. Soy tan ingenuo que me ahogo en inocencia. Mi padre lo compró para mí solo para enseñarme que nunca podría regresar al Dos. Estar en el Capitolio va a ser mi perdición.
Cornelia soltó una risa amarga mientras envolvía las galletas. —Somos dos en esa situación, supongo —dijo, señalando los alimentos ya preparados, y le sonrió a Sejanus—. Creo que deberías hacer algo al respecto.
Sejanus le devolvió una sonrisa tensa y apartó la mirada. —Eres una rebelde —comentó.
—Quizás, pero no se lo digas a Corio.
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Coriolanus, Sejanus y Cornelia caminaban juntos hacia el zoológico, destacando entre la multitud con sus uniformes de la academia.
Sejanus se apresuró a correr hacia un costado de la Jaula — ¡Marcus! — llamo haciendo que Marcus sentado en una roca lo mirara — ¡Marcus soy yo Sejanus! ¡Mira! — Sejanus revolvió en su bolso y sacó los sandwiches mostrandoselos a su tributo - ¡Te traje comida! — Marcus lo ignoro y el rostro de Sejanus decayó — Por favor.
Cornelia busco con la mirada a Lucy Gray, la chica del distrito doce la miró con una brillante sonrisa esperanzada caminando hacia Cornelia detrás de ella Jessup quien ignoraba deliberadamente a Coriolanus. Cornelia saco la comida mostrandosela.
— ¿Es para nosotros? — preguntó Lucy Gray, mientras Cornelia asentía. Lucy tomó los sándwiches, cuidadosamente envueltos, y sacó uno para ofrecérselo a Jessup. Este vaciló por un momento, pero al ver la mirada suave y esperanzada de Cornelia, los aceptó con una sonrisa triste antes de dar la vuelta. Cornelia observó detenidamente la marca en el cuello del chico moreno.
Antes de que pudiera preguntar, la voz fuerte y autoritaria de Coriolanus intervino, preguntando por su tributo. — ¿Que le paso en el cuello?
Lucy lo miró con duda, pero aún así respondió: — Un murciélago lo mordió en el tren —, informó, mirando hacia abajo con un aire de culpa. Al ver a la chica así, Cornelia no pudo evitar fruncir el ceño preocupada. — No durmió en todo el viaje porque estaba preocupado, alejándolos de mí.
Cornelia escuchó burlas a su izquierda y al mirar, vio a Arachne burlándose de su tributo con una botella de agua. —Una cosa que aprendí del Distrito Doce es que el hambre es un arma —, señaló Lucy, llamando la atención de Cornelia. — Tu amiga seguro lo sabe bien.
Cornelia sonrió torpemente. — Ella no es mi amiga, es veneno puro con dientes perfectos.
Coriolanus frunció el ceño al ver a su hermana muy cerca de una chica y se agachó al nivel de Lucy, mirándola intensamente con miles de pensamientos en mente. — ¿Todo lo que mi hermana te dé se lo darás a Jessup? Digo, él tiene su mentor y ese soy yo. Tarde o temprano tendrá que escucharme.
— ¿Por qué? ¿Quieres que recupere toda mi fuerza para que luego en la arena pueda matar a tu tributo? — Respondió Lucy con aspereza y una mirada lejos de ser agradable, dirigida a Coriolanus.
— Deberías estar agradecida de que mi hermana y yo te busquemos apoyo — mencionó el chico. — Solo tienes que cantar.
— No canto cuando me lo piden, solo cuando tengo algo que decir — Escupió la morena.
Cornelia decidió intervenir y empujó a su hermano con dureza hacia atrás. — Deberías aconsejar a tu tributo, me encargare de el mio.
— Solo estoy tratando de ayudar — murmuró Coriolanus, sin dejar de mirar de reojo a Lucy Gray Baird, y Cornelia negó.
Siempre era así.
Cornelia trataba de convivir con las personas, pero Coriolanus siempre se entrometía en la vida de su hermana como una maleza invasora, estrangulándola hasta sofocarla por completo.
— Solo estás tratando de asegurarte de que gane en caso de que tu tributo no lo haga — le respondió Cornelia con ojos furiosos que hicieron que Corio quisiera desaparecer — No te preocupes, trataré de ganar y luego el dinero será todo tuyo. Solo quiero que Lucy viva.
Corio se alejó refunfuñando y Cornelia suspiró, mirando a Lucy. — Eres una buena persona, Cornelia Snow. Te lo concedo — Lucy sonrió mirando hacia abajo — Hubiera sido lindo, incluso perfecto, conocerte en otras circunstancias.
Cornelia sonrió con ternura, contemplando a Lucy Gray como si ella fuera la musa que hubiera esparcido las estrellas en el vasto lienzo del cielo nocturno. — Tal vez hubiera tenido la oportunidad de unirme a Covey.
— Nos hubiéramos tomado algo — Asintió Lucy de acuerdo — Con todo el tiempo del mundo.
De repente, un ensordecedor grito sonó a su izquierda. Arachne Crane estaba siendo atacada por su tributo. La chica del Distrito la tomó por el cuello y azotó la botella de cristal contra uno de los barrotes. Luego, el cuello de la botella perforó la garganta de Arachne.
Lucy jadeó asustada y Cornelia se posicionó delante de ella, tratando de evitar que su tributo sufriera algún daño, cuando los guardias llegaron con armas en sus manos y dispararon a la agresora.
Cornelia observó con pesar cómo su hermano ayudaba a llevarse a Arachne, sintiendo un nudo de preocupación en el estómago por lo que podría suceder a continuación. Sabía que no saldría nada bueno de esta situación y temía por la vida de Lucy Gray, quien había perdido toda chispa de confianza al presenciar tal escena.
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SNOW ON THE BEACH,, Lucy Gray Baird
Romance❝Life is emotionally abusive And time can't stop me quite like you did❞ LUCY GRAY BAIRD x fem oc