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| Exile and Billy Taupe is a creep | capitulo trece |
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Cornelia Snow hija mayor del respetable militar Crassus Snow fue exiliada días después de los juegos del hambre a uno de los distritos.
Y no, no como agente de la paz.
Cornelia no podía creer lo que había sucedido ella y Vipsania habían sido descubiertas haciendo trampa para intentar salvar a sus tributos. Vipsania no fue castigada severamente dado que su tributo murió antes de que pudiera resultar el engaño, pero Cornelia había dado veneno para ratas y un pañuelo en la cápsula de las serpientes.
Ahora todo estaba en sus manos. Bueno siempre fue así ¿no?Una bolsa de lona colgaba de su mano derecha mientras sostenía el dinero en la otra, lista para comprar un pasaje al distrito 12.
Ella se iría con Lucy Gray Baird y no había nadie que pudiera hacerle cambiar de opinión, ni siquiera las disculpas de Coriolanus Snow.
El tren había avanzado velozmente por las vías. Cornelia no dejaba de pensar en Lucy y de su reacción al verla frente a ella, lista para continuar lo que habían dejado pendiente en el Capitolio.
Cornelia pensó en como había dejado a su familia atrás, no. En cómo había dejado a Tigris en las garras de Abuelatriz y Coriolanus.
El dinero que había ganado para la universidad se lo había traído consigo misma, pero antes dejó una buena cantidad para Tigris.
Y utilizo un poco para cambiar el color de su cabello.
El tren se detuvo, y Cornelia dejó escapar un suspiro nervioso. Tal vez no estaba tan preparada como creía cuando las miradas desconfiadas de los habitantes del Distrito 12 la recibieron en la estación.
Tras pasar todo el día buscando un lugar donde comer, la noche cayó sobre ella sin haber encontrado un refugio. Fue entonces cuando escuchó música proveniente de una cabaña conocida como "Hobb". Vacilante, Cornelia entró, pero nadie pareció prestar atención a la recién llegada. Todos estaban concentrados en el escenario, donde una joven rubia, aparentemente de unos doce años, tocaba.
—¡Demos la bienvenida a Lucy Gray Baird! —gritaban, mientras la multitud aplaudía y vitoreaba.
Lucy apareció en el escenario con una sonrisa radiante que iluminaba la habitación. Cornelia contuvo el aliento ante su presencia.
—¿Me extrañaron, Distrito 12? —preguntó Lucy con entusiasmo, mientras la multitud respondía con más vítores.
La multitud volvió a aplaudir, mucho más fuerte. Eso hizo que Lucy sonriera ampliamente.
— ¡Bien! ¡Porque yo también los extrañé a todos! Honestamente pensé que nunca los volvería a ver. — Dijo por el micrófono, notando que un hombre estaba tratando de ofrecerle una cerveza. — ¿Esa botella es para mí? Vamos, todos ustedes. Saben que dejé de beber cuando tenía quince años.
Sin embargo aceptó la botella con gusto y tomó un trago de ella.
— Ahora, ¿qué tal una canción ahora?— Preguntó, mientras la multitud aplaudía nuevamente. Ella sonrió y empezó a tocar la guitarra.
Cornelia la miró con una sonrisa plasmada en el rostro, Lucy Gray estaba viva, sana y disfrutando de volver a casa con su familia. Y Cornelia estaba lista para comenzar de nuevo desde cero con Lucy Gray Baird a su lado.
A medida que la canción avanzaba y la multitud bailaba, Lucy Gray recorrió la multitud con ojos divertidos hasta que divisó la delgada y alta figura de Cornelia Snow, tuvo que parpadear un par de veces para asegurarse de que era quien pensaba y no alguien más.
Lucy sonrió con lágrimas contenidas pero eso acabó luego de que Billy Taupe se precipitara al escenario.
— ¡Lucy Gray! — Detrás de Billy se encontraba Mayfair Lipp, tratando de alejar a su chico de Lucy Gray.
Billy intentó subir al escenario pero Mayfair lo agarró del brazo y lo empujó hacia atrás. Cornelia vio como el rostro de Lucy cambiaba a enojó cuando el chico y la chica caminaron hacia ella y comenzaron una discusión pero todo se salió de control cuando uno de los hombres intentó calmarlo pero Billy lo empujo comenzando una gran pelea en el lugar.
Billy subió al escenario y agarró el vestido de Lucy. — ¡Se que me extrañar Lucy Gray!
— ¡En tus sueños! ¡Quítame las manos de encima! — Ella exigió, pero él no lo hizo. —¡Quítame las manos de encima ahora mismo, Billy!
Cornelia todo lo que vio fue rojo cuando se levantó de su silla directo al escenario, pero antes de llegar fue interceptada con un golpe en la cara enviándola sobre una mesa.
Dos personas vestidas de azul la ayudaron a levantarse, los ojos de Cornelia se abrieron cuando se dio cuenta de que una de ellas era Sejanus Plinth y el otro nada más que el mismísimo Coriolanus Snow con la cabeza rapada.
Coriolanus corrió hacia el tipo que golpeo a su hermana y rapidamente comenzo a golpearlo, Cornelia se estabilizo y comenzo a caminar hacia el escenario con una misión.
Apartó a Billy de ella y lo puso boca arriba, sin dudar en darle un puñetazo en la cara. Cornelia dio un paso atrás cuando Billy Taupe se puso de pie de un salto. Se abalanzó sobre ella, pero Cornelia se agachó fácilmente y le dio un puñetazo en el estómago.Billy se dobló de dolor y Cornelia lo arrojó al suelo, sin dudar en comenzar a patearlo repetidamente en el estómago.
—¡No la vuelvas a tocar! — Gritó Coriolanus, dándole a Billy Taupe otra patada en el estómago.
Sejanus despues de hacer el fallido intento de separar a Coriolanus del tipo, corrió hacia Cornelia y la alejó de allí.
Los dos gemelos y Sejanus salieron del Hobb corriendo, cuando llegaron a la calle los tres se largaron a reír.
— Mierda — Rio Cornelia. —¿Que acaba de pasar?
Sejanus miró entre Cornelia y Coriolanus. — Los acabo de salvar a ambos.
Coriolanus asintio con la cabeza con una sonrisa juguetona, Cornelia dejo de sonreír y miró a ambos chicos con el ceño torcido por la confusión.
—¿Qué es lo que hacen ustedes dos aquí?
Coriolanus miro a Sejanus y comenzó a hablar. — Nos enteramos de tu exilio. — Sejanus lo incito a seguir hablando. — El padre de Sejanus nos dio un paso gratis para venir como Pacificadores, aunque del ocho pero nos las arreglamos para llegar aquí. Mira Cornelia siento lo que dije durante los juegos creo que estaba dolido, pero eres mi hermana y espero que sepas que no es verdad lo que dije, cometí un error.
— Siempre lo haces.
Coriolanus rio avergonzado. — Al parecer.
Sejanus miró a ambos hermanos y los abrazo a ambos por los hombros. — Vamos, papá se aseguro de que tuviéramos un lugar en donde quedarnos.
