Para cada Claudia que todavía aprende a quererse.
Para cada Laura que todavía aprende a aceptarse.
Para cada Andrey que todavía aprende a cuidarse.
Para cada Yurena que todavía aprende a relajarse
Para cada Yuli que todavía aprende a abrirse.
Para cada Lia que todavía aprende a
perseguir sus sueños.
Para cada Karla que todavía aprende a perdonarse.
Pero también dedicado a ese chico que me inspiró a escribir esta historia. Para mi pesado favorito, este libro es para tí.
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Noches en Saturno
Teen FictionComienzo a olvidar detalles, palabras y acontecimientos, que son reemplazados por información ficticia creada por mi propio cerebro mucho más dolorosa que la real. Mi intento por olvidarlo todo y pasar página se está volviendo en mi contra, arrastrá...