Preguntaste "¿Cuándo empezaste a quererme?", posiblemente esperabas un "No lo sé, lo hice sin darme cuenta", pero la realidad es que tengo bien presente ese momento. Fue aquel día en que me hiciste darme cuenta que no estoy sola, que cuando la vida me derribara estarías listo para levantarme, que cuando la vida te derribara confiarías en mi para ayudarte, desde ese entonces te quiero como no he querido a nadie.
Lo bonito de tí no se define y es ese tú encanto: el misterio y la duda, el necesitar verte solamente para confirmar que uno puede enamorarse mil veces en un minuto, mil veces del mismo chico.
A veces me hace falta un beso y tú me das una centena, a veces nesecito una mano y tú me ofreces todo el cuerpo, a veces solo nesecito que me escuchen y tú me das hasta consejos, a veces nesecito un minuto de paz y tú me regalas todo un día.
Justo por eso te ofrezco mis ocurrencias para que rías todo el día y una centena de caricias que te mantendrán despierto toda la madrugada. Te ofrezco mi lealtad para que nunca dudes y un par de brazos que te harán sentir seguro. Te ofrezco todo mi empeño para que lo nuestro funcione y un amor que esté a tu altura, que es lo menos que mereces. Te ofrezco este amor para que no mires atrás, para que te sientas en el lugar correcto, para que te quedes indefinidamente.
Sin importar lo que pase con nosotros:
Siempre le daré gracias a la vida por haberme cruzado en tú camino. Por estar a tú lado y no en otros sitios, donde estaría en soledad y soñando con conocer a alguien como tú, alguien fuera de este planeta.
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Noches en Saturno
Teen FictionComienzo a olvidar detalles, palabras y acontecimientos, que son reemplazados por información ficticia creada por mi propio cerebro mucho más dolorosa que la real. Mi intento por olvidarlo todo y pasar página se está volviendo en mi contra, arrastrá...