Prólogo

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Juro que lo he intentado todo. He tratado por todos los medios no pensar en aquellos días y noches, borrarlas de mi memoria y hacer como si nunca hubieran existido, pero no lo consigo. Por más que me empeñe, termino recurriendo a ellos en sueños o despierta, y mi mente me juega malas pasadas distorsionando la realidad y volviéndola más aterradora de lo que es.

Comienzo a olvidar detalles, palabras y acontecimientos, que son reemplazados por información ficticia creada por mi propio cerebro mucho más dolorosa que la real. Mi intento por olvidarlo todo y pasar página se está volviendo en mi contra, arrastrándome hasta lo más profundo del abismo por más que trate y luche por salir de él. La única forma de vencerlo, extrañamente, es revivir aquellos momentos de felicidad y tristeza y plasmarlos en papel. Un proceso de lo más doloroso, que me hacía sentir en otro planeta cada noche; pero con el que consigo afianzarme a la realidad. Una terapia en forma de diario que, con el tiempo se volvió mi única vía de escape, una terapia que decidí llamar Noches en Saturno.

Noches en Saturno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora