El Camino del Hijo de la Cazadora

Guerrero de la Caja Musical.

Todos estaban hablando de lo visto, para los semidioses era interesante que alguien de los suyos esté fuerte y con un dragón, aunque ya para Quirón no habrían dudas, sería muy fuerte, mucho más que un hijo de los 3 grandes, aunque quería saber más de lo que fue Siegfried, dado que sabía muy poco de aquellos héroes del Panteón Nórdico, a pesar de saber su existencia junto a la de sus dioses.

Por su parte las cazadoras estaban hablando, su lady quién había odiado desde que tenían memoria a los hombres, estaba defendiendo a su hijo, un hijo varón cuanto menos, no sabían que pensar, dado que en parte Zoe les dijo que era tiempo de dejar ese odio a todos y ver bien, dado que no todos son unos cerdos orgullosos. Al contrario estaba Phoebe, que ya había sido consumida por ese odio, a pesar de no tener mesura ella no manifestaba intensiones de regresar de ese odio. A Artemisa le dolió expulsarla, pero, tenía que hacerlo si quería cambiar, ella quería tener un semidiós y si eso pasara ella sería de los que lo matarían sólo para purgarla de esa mancha por no reconocer un buen hombre de un cerdo.

Todos se habían sumido en su conversación hasta que una melodía empezó a sonar, llenando sus corazones de varios sentimientos.

Apolo: esa melodía

Lee: lo notaste papá?

Will: yo también

Atenea: es muy bonita

Annabeth: pero transmite algo de tristeza.

Sally: demasiada

Deméter: suena a que alguien no la pasó bien

Zoe: My Lady, quizá sea algo de su hijo

Artemisa: si es posible.

Percy: oigan la pantalla se encenderá -dijo llamando a todos mientras la pantalla emitía colores, hasta empezar a sonar la misma melodía

En la Pantalla:

Guerrero valiente, de otro planeta provenía.
Konatsu era su tierra natal donde vivía;
Un lugar donde abundaba la paz y la armonía.
Todos los habitantes muy felices convivían.

Una congregación de magos existía y absorbía.
La maldad con el guardián de dicho planeta lo harían.
Que un día se saturo de energía negativa,
Y a su paso se logró la gran transformación de Hildegarn.
A causa de ese demonio la paz no estaba latente.