Menma en la Academia y entrenamiento de Konohamaru

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La sala estaba repleta de piropos de albañil, en especial de orígenes de las cazadoras, para sorpresa de Zoe y Artemisa, dado que muchas de ellas, en especial las novatas y las más jóvenes del grupo, estaban interesadas en los aprendices del hijo de la Diosa.

Artemisa: y debía meter hijas de mi hermano, Hermes y de padre -diría algo molesta

Thalia: pero My lady es......... es que son muy hermosos.............. además su hijo de seguro les transmitió los valores de usted, asique los hace 

Cazadoras: únicos -dirían como colegialas.

Apolo: me molesta algo -diría serio- es hasta ahora que mi sobrino no ha tenido acción con su chica -exclamaría como niño

Artemisa: Apolo!!!

Leto: Aunque quiero ser bisabuela, no espero ver eso, la intimidad de mi nieto es algo que quiero respetar

Afrodita y sus hijas salvando Piper: Aguafiestas!!!

Zeus: bueno qué se supone que sigue?

Percy: espero sea emocionante

Nico: si

Bianca: b bueno, de seguro será algo muy importante.

Ante todos la pantalla, empezó a mostrar unos números para apagarse enseguida, lo que atrajo la atención de todos.

En la Pantalla:

Era de noche en Konoha, Menma y Naruto ya estaban recostados en sus camas, estaban relajados gracias a las aguas termales. Ambos pese a todo, la habían pasado muy  bien, con una excepción, de camino de regreso al distrito Uzumaki, una turba de Aldeanos fanáticos con el Uchiha y su princesa de Konoha, los increparon y amenazaron con golpearlos, ello había reavivado un leve trauma de Menma, que Naruto pudo ver, por lo que tomándolo en su espalda, logró sacarlo de allí. Ya en casa Menma estuvo intentando dormir sin éxito durante varios minutos, hasta que se durmió, a la par que Naruto miraba el techo serio, ese día sí había sido una mierda total, nunca esperaba nada de la aldea y sus habitantes, en su mayoría, lograban decepcionarlo. Estaba conciliando el sueño, cuando escuchó un grito de Menma, lo que le hizo reaccionar para levantarse e ir donde el chico.

Abrió la puerta de la habitación y lo vio soñando, mientras pedía "Piedad", pedía que se detuvieran, que "él no era un demonio", esos y más gritos relacionados, por lo que Naruto no lo pensó, y se colocó a su lado.

Naruto: ey Menma, tranquilo, estás a salvo, ey -diría abrazando a su hermano menor- ya ya -diría notando que el chico se calmaba- ya estoy aquí, nadie puede hacerte daño, yo te protejo, si?

Como si fuera un acto de alguna deidad, Menma empezó a relajarse y su respiración se normalizó, mientras Naruto limpiaba sus lágrimas y se acostaba al lado de Menma, quién por sentirse protegido, se aferró a él.

Naruto: (maldita aldea, si tuviera la oportunidad, te destruiría) -pensó molesto.

Naruto: (maldita aldea, si tuviera la oportunidad, te destruiría) -pensó molesto

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El Camino del Hijo de la CazadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora