Aventuras en dystopia. [Serie Dystopia #1]

Capitulo 21. Rex, el orco pacifico.

Con su experiencia previa en el consejo estudiantil, Destiny tenía acceso privilegiado a los archivos de los miembros del gremio de los Dragones Delta. Ahora, su objetivo era claro: identificar a los integrantes con habilidades de combate adecuadas para el festival, un evento que exigía tanto dinámicas de equipo como destrezas en combates individuales. Aunque había logrado convencer a Finn de unirse al equipo, aún le faltaban dos piezas clave, miembros que podrían ser decisivos en la competencia.

Sentada frente a una pila de expedientes, Destiny revisaba meticulosamente los archivos, buscando cualquier indicio que pudiera guiarla en su selección. Sus ojos se detuvieron en la ficha estudiantil de Rex Thunderclap. Su historia era intrigante y llena de contradicciones. Exiliado de su clan por razones que permanecían envueltas en misterio, Rex tenía un historial académico accidentado, marcado por desafíos y derrotas. Durante su primer año, había sido un blanco frecuente en combates, lo que lo había llevado a numerosas visitas a la enfermería. Sin embargo, las lecturas de sus habilidades mostraban un potencial impresionante, algo que contrastaba fuertemente con su reputación problemática.

Destiny sabía que Rex podría ser una fuerza formidable si lograba desbloquear su verdadero potencial, pero primero necesitaba comprender sus motivaciones. Rex era notoriamente reservado, casi esquivo, lo que hacía difícil acercarse a él. Sin embargo, Destiny estaba decidida a desentrañar lo que lo impulsaba, convencida de que su éxito en el festival dependía en gran medida de comprender la dinámica que lo rodeaba.

Recordó su propio pasado con los dragones, cómo las complejas dinámicas de clan podían moldear profundamente las habilidades y actitudes de sus miembros. Estas dinámicas, a menudo desconocidas para los ajenos, podían ser tanto una fuente de fuerza como de conflicto interno. Destiny sabía que para llegar a Rex, necesitaba un enfoque más sutil, uno que le permitiera conectar con la raíz de sus motivaciones.

Con esta determinación, decidió que la clave para comprender a Rex radicaba en entender mejor el contexto de los clanes. Y sabía exactamente quién podría proporcionarle esa información. Aunque no sería una tarea sencilla, estaba preparada para enfrentar cualquier obstáculo que se presentara.

Sin perder tiempo, Destiny se dirigió al consejo estudiantil, consciente de que allí se encontraba la persona indicada para desentrañar el misterio que rodeaba a Rex. Aunque su salida del consejo había sido reciente, Destiny no dudaba en utilizar las conexiones y conocimientos que había adquirido en su rol anterior para avanzar en su nuevo propósito. Sabía que para lograr que Rex se uniera al equipo de manera efectiva, primero debía comprender lo que lo había llevado a donde estaba, y eso significaba bucear en los secretos de su pasado, incluso si implicaba enfrentarse a las sombras que habitaban en los corazones de los clanes.

Al llegar al consejo, Destiny se dirigió directamente a buscar a Garruk, consciente de que él podría proporcionarle la información clave que necesitaba sobre Rex Thunderclap. No había avanzado mucho cuando fue interceptada por Luna, una de las miembros del consejo.

—¿Qué haces aquí? Tú ya no perteneces al consejo —cuestionó Luna, su voz cargada de desagrado.

Destiny, sin detenerse, le lanzó una mirada indiferente. —Vine a hablar con Garruk —respondió con frialdad, apartando a Luna de su camino con un simple gesto, como si su presencia no fuera más que un obstáculo menor.

Luna, visiblemente frustrada, la observó pasar y luego, con una expresión de rabia contenida, amenazó con acusarla. —Voy a decírselo a Janna —soltó antes de dirigirse rápidamente a la oficina de la presidenta del consejo.

Cuando irrumpió en la oficina, Luna anunció con un tono urgente: —¡Señorita Janna! Destiny ha irrumpido en las instalaciones. Creo que...

Sus palabras se quedaron en el aire cuando vio la reacción de Janna al escuchar el nombre de Destiny. La presidenta del consejo se mostró visiblemente alterada, pero no por la razón que Luna esperaba. En lugar de molestia, en el rostro de Janna apareció una mezcla de emoción y nerviosismo, una reacción que dejó a Luna completamente desconcertada.