Capitulo 9. Entrenamiento de balón arcano

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Mientras los primeros rayos de sol se colaban con timidez a través de las rendijas de las persianas, el abrupto estruendo de la puerta abriéndose de golpe rompió la calma del amanecer en la habitación de Destiny. Aún enredada en las neblinas del sueño y los ecos de una noche vibrante, su conciencia fluctuaba entre la realidad y el recuerdo de aventuras y excesos recientes.

La voz de Zephyr cortó el silencio con autoridad inquebrantable, resonando con una firmeza que parecía desafiar la tranquilidad del alba.

—¡Destiny, levántate! ¡Es hora de entrenar! —exclamó, su tono impasible y autoritario.

Destiny, aún abrazada a las últimas hebras del sueño, se removió bajo las sábanas, mostrando su renuencia a dejar el cálido refugio de su cama. Su mente aún retumbaba con los ecos de la música y las risas de la noche anterior.

—Zephyr, ¡es sábado y mi cabeza está a punto de estallar! Déjame dormir —murmuró con voz ronca, claramente sin intención de acatar la orden.

Pero Zephyr, inmune a su resistencia, procedió con decisión. De un tirón, retiró las sábanas, dejando al descubierto su pijama, inesperadamente reveladora. La sorpresa pintó un rubor instantáneo en las mejillas de ambos: él, por su audacia poco característica; ella, indignada por la brusquedad del acto.

—Eh... lo siento, pero si decides salir y disfrutar de la noche, debes enfrentar las consecuencias —tartamudeó Zephyr, haciendo un esfuerzo visible por desviar la mirada de su inapropiada exposición.

Destiny, sacudida por la abrupta invasión de su privacidad, se sentó y cruzó los brazos sobre el pecho, su mirada desafiante clavada en Zephyr.

—Tengo derecho a divertirme con mis amigos, ¿entiendes? —replicó con un tono que brotaba firmeza—. No puedes obligarme a entrenar si no estoy en condiciones.

La tensión entre ellos se palpaba en el aire, cargada de un desafío a la autoridad y un reclamo de autonomía personal, delineando claramente el campo de batalla de voluntades que se desplegaba ante ellos al amanecer.

Zephyr, con su semblante habitualmente imperturbable, ahora mostraba un ceño fruncido ante la actitud desafiante de Destiny. Su paciencia, usualmente vasta, empezaba a desgastarse frente a la aparente terquedad de la joven.

—Destiny, este no es momento para juegos. Como tu mentor, es mi deber asegurarme de que estés preparada y en forma —expresó, intentando mantener la calma, aunque su voz revelaba una creciente irritación.

Destiny, sin ceder un ápice, respondió con un tono cargado de sarcasmo, esbozando una sonrisa burlona.

—Oh, querido Zephyr, ¿cómo podría yo, una simple mortal, sobrevivir sin tu ilustre guía? —dijo, con un gesto teatral que exageraba su 'agradecimiento'.— Pero, ¿sabes qué? Hoy, justo hoy, me tomaré un merecido descanso.

La réplica provocó que los ojos de Zephyr destellaran una mezcla de irritación y desconcierto, mientras luchaba por encontrar la respuesta adecuada.

—¡Esto no es un juego, Destiny! Tienes responsabilidades, y una de ellas es mantener tu entrenamiento —replicó, elevando la voz más de lo que había previsto.

Destiny, sin perder el ritmo, imitó su tono elevado con una pizca de ironía:

—¡Oh, claro! Porque, por supuesto, el destino del mundo descansa sobre mis hombros 'descansados'. ¡Vaya carga la mía!

La discusión entre Destiny y Zephyr había evolucionado rápidamente de un intercambio verbal tenso a una verdadera comedia de errores, con Destiny utilizando su agudo ingenio y sarcasmo para parar cada argumento serio de Zephyr. La absurdez de la situación crecía a medida que la seriedad de Zephyr chocaba con la obstinación teatral de Destiny.

Aventuras en dystopia. [Serie Dystopia #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora