Aventuras en dystopia. [Serie Dystopia #1]

Capitulo 22.

Desde su infancia, Caelum había vivido bajo la sombra de un miedo profundo hacia sus propios poderes, un temor que se aferraba a cada rincón de su ser y que lo acompañaba en cada paso de su vida. Sentado en la soledad de su cuarto, sus pensamientos volvían una y otra vez a la influencia creciente de Destiny en el gremio de los Dragones Delta. Para él, Destiny no era más que una manipuladora astuta, alguien capaz de encontrar y explotar las debilidades más ocultas de los demás para sus propios fines. Pero, ¿cómo lo lograba? ¿Qué técnica empleaba para penetrar las barreras que cada uno construía alrededor de sus miedos e inseguridades?

Su ingreso en el consejo estudiantil había sido breve, un episodio efímero marcado por la compasión de otros hacia su situación. Sin embargo, esa compasión se había desvanecido tan rápidamente como había llegado, dejándolo en un estado de exilio autoimpuesto. Para Caelum, los Dragones Delta no eran simplemente un gremio; eran su refugio, un lugar donde podía esconderse del mundo exterior, un mundo que ni comprendía ni aceptaba el miedo que él llevaba dentro.

Pero ahora, con la llegada de Destiny, ese refugio que había construido con tanto cuidado parecía estar cambiando. Su presencia y su influencia estaban transformando el gremio de maneras que Caelum no había anticipado. Era como si ella trajera consigo una brisa fresca que agitaba las aguas estancadas, desafiando las normas y expectativas que hasta entonces habían sido inmutables.

Mientras reflexionaba, Caelum no podía evitar preguntarse si su resistencia a utilizar sus poderes era realmente la mejor opción. ¿Era su miedo justificado, o simplemente una excusa que había creado para no enfrentar la realidad de su potencial? La forma en que Destiny había llegado y comenzado a alterar la dinámica del gremio lo hacía dudar de sus propias creencias y decisiones. Por primera vez, su autocompasión se sentía incómoda, como una vieja manta que ya no proporcionaba el mismo consuelo.

Desde la ventana, Caelum observaba a los demás miembros del gremio mientras interactuaban, entrenaban, reían. Lo que antes le parecía una escena ajena, distante y casi irritante, ahora le provocaba un leve anhelo, una sensación incómoda de querer pertenecer a algo más grande que sus propios temores. Había un atractivo en esa camaradería, una invitación tácita a ser parte de ella, que comenzaba a erosionar la barrera que había erigido alrededor de sí mismo.

Con un suspiro, Caelum se levantó, sus pensamientos aún un torbellino de incertidumbre y deseo. Tal vez era hora de confrontar esos temores que lo habían mantenido encerrado durante tanto tiempo. Tal vez era momento de dar un paso fuera de las sombras y ver lo que Destiny y el mundo realmente tenían para ofrecerle. Tal vez, solo tal vez, había llegado el momento de dejar atrás el refugio que había encontrado en los Dragones Delta y enfrentar el mundo con una nueva perspectiva, una que no estuviera definida por el miedo, sino por la posibilidad de algo más.

Mientras cerraba la ventana y se alejaba de la vista de los demás, una resolución comenzaba a formarse en su interior. Sabía que no sería fácil, pero también sabía que el cambio rara vez lo era. Y quizás, después de todo, Destiny no era solo una manipuladora, sino una catalizadora, alguien que lo estaba empujando, aunque fuera de manera involuntaria, a encontrar el coraje para ser algo más que un espectador en su propia vida.

La llegada inesperada de Caelum al lugar de entrenamiento causó un visible asombro entre los presentes. Con su cabello rubio cayendo desordenadamente sobre su frente y sus ojos de un azul eléctrico que parecían iluminarse bajo la luz del sol, su entrada no pasó desapercibida. Su cuerpo musculoso y su estatura imponente lo hacían destacar aún más entre los miembros del gremio, pero fue su declaración lo que realmente capturó la atención de todos.

—Quiero unirme a los preparativos para el festival —anunció Caelum con voz firme, pero serena, su tono reflejando una resolución que nadie había anticipado.