✯ El pibe de al lado ✯ Reese Wilkerson ✯

Eres lindo

Estabamos los 7 conversando en la casa de Cynthia, en mi casa no "porque hacemos desastre" en la de Reese tampoco porque somos muchos y ta. Mis padres fueron con mamá Lois, papá Hal, con los padres de Lucas y con Iván y Francis por ahí, los únicos que no fueron por obligación o "educación" fueron mi madre y los padres de Lucas.

— ¿Y si jugamos al juego de la botella? — Propuso Lucas.

— Bueno — Dijeron todos excepto yo, todos (menos Lucas) me miraron esperando que aceptara yo asentí, le extendí la botella chica de coca que tenía a Lucas.
Todos nos sentamos alrededor de la botella, Reese prácticamente frente a mí, así que espero que me toque con él.

— Cynthia, tu primero — Ella suspiró, giró la botella, le toqué yo, las dos nos miramos soltando una risa nerviosa.

— Espera, ¿qué se supone que haremos? — Dijo ella, su ceño fruncido.

— Besarse — Murmuró Reese, él me miraba atento, comencé a sentir mis mejillas calientes.

— Cuidado Cynthia que Adara le va a todo — Se burló Habib, todos reímos.
Cynthia y yo nos acercamos.

— Bueno, ni tan mal — Murmuré, mirándola a los ojos — Cuando te conocí me pareciste muy linda, tú fuiste una posibilidad pero bueno, en otra vida — Antes de que ella dijera algo tomé sus mejillas y la besé, fué un beso corto, los otros 5 haciendo ruidos extraños. Volvimos a nuestros lugares, sentía la mirada de Cynthia todo el tiempo.

— Adara, vas tú — Dijo Lucas.

— ¿Y si mejor cambiamos un poco el juego? Qué sea verdad o reto o algo similar, besos todo el jodido tiempo aburre — Mi ceño ligeramente fruncido.

— Ahora que ya besaste a Cynthia, ¿lo quieres cambiar? — El tono de Lucas era algo burlón e irritado.

— Flaco, cerrá la cola — Te amo Habi — Juguemos a verdad o reto si, que no sean puros besos los retos, porfa — Todos asentimos, Lucas bufó, quedó completamente ignorado.

*

Jugamos un rato hasta que nos aburrimos, no pasó nada "picante" y todos trataron que Lucas participara lo menos posible, fué divertido mientras duró.
Ahora estaba con Iván, estábamos comiendo hamburguesas en el Mcdonald's.

— Así que — Bebió un poco de su coca — ¿Te gusta Reese? — Preguntó, atento a mi respuesta, yo subí y bajé hombros.

— Creo... No sé, es que me da miedo, ya sabes lo mal que me dejó Felipe — Murmuré, dándole un mordisco a mi hamburguesa.

— Felipe era un tarado... Bueno, es un tarado, según Habib al final ni siquiera se quedó con Rocío, no es por nada, pero la mina es alta estúpida, también me contó que andaba cómo con 20 a la vez — Dijo con la boca llena.

— Al final si salió puta la mina — Reí irónicamente — Me sigue dando bronca cada que pienso en lo que decía él de ella para que después resulte que le gustaba — Bufé, dándole otro mordisco a la hamburguesa.

— Igual, daba cringe cuando de la nada te decia "ayñ mi bella dama" — Hizo una voz aguda al decir eso, yo reí, casi ahogándome con la comida.

— Idiota, casi me matas — Él rió.

— Reese es bueno, se nota que te quiere — Mis mejillas se calentaron de nuevo, comencé a sonreírme, trataba de dejar de sonreír lo cual no podía.

— ¿Decís? — Murmuré, dándole un sorbo a mi coca, él asintió.

— Loca, para mí que si él pudiera skipeaba a la boda — Rió. (Después va a tener sentido esa frase)

— ¿Y cómo te va con Sammy? — Le dí el último mordisco a mi hamburguesa.

— Bien, bien, por ahora todo bien, no hay problemas ni nada, nadie se ha enterado, todo tranqui — Dijo asintiendo. Juntamos las cosas, la basura la tiramos y nos pusimos a caminar por ahí.
— Cuando terminen las vacaciones te vas conmigo a Argentina — Yo dejé de caminar, él al darse cuenta paró y me miró, mi ceño fruncido — Tu padre me lo pidió, ellos no están nunca con vos, literalmente vivís con tus vecinos, dicen que soy lo más cercano a una familia que tenés sin contar tus vecinos así que quedamos en que te vas conmigo a Argentina — Mis ojos se llenaron de lágrimas, él me abrazó — En las próximas vacaciones vas a poder venir y quedarte con Hal y Lois... No sé si se llamaban así pero te quedas en lo de ellos y la pasas con Reese — Dijo acariciando mi cabello, yo sollozaba.

— No quiero... No quiero irme, acá me siento bien con ellos — Murmuré una vez que me calmé, lo miré a los ojos — Por favor, Iván, hacé que por lo menos me quede un año más y después del próximo verano me voy a Argentina con vos, por favor — Él suspiró.

— Voy a tratar de convencerlos... — Murmuró.

*

Ya le había contado lo que me dijo Iván a Reese, era de noche, yo dormía en su casa ya que la mía estaba llena... Es triste pero se me hace algo gracioso que yo siendo hija de los dueños de la casa tenga que dormir en una cama que no es mía... Pero al menos estoy con Reese y acá si me quieren, no como aparentemente mis padres me van a hechar.
Estaba sentada sobre la pileta (lavamanos o cómo se diga), Reese salió de la ducha, el toallón rodeando su cadera tapando el resto, gotas de agua por su cuerpo y rostro, su cabello mojado... Se veía tan bien...

— Tú quédate tranquila, te quedarás aquí, ya verás, debes quedarte sino se me arruinará la sorpresa — Susurró lo de la sorpresa, mi ceño fruncido, una sonrisa en mis labios.

— ¿Sorpresa? — Lo miré con una ceja ligeramente levantada.

— Olvídalo — Murmuró nervioso.

— Bien, no te voy a cagar la sorpresa porque eres tú — Le dí una sonrisa.

— Me gusta tu sonrisa — Puso su mano izquierda sobre mi mejilla, tocando mi hoyuelo, yo aún sonriendo, mi ceño fruncido, mis mejillas rojas probablemente —Si está fuera la última vez que te vería juro que te met- Sé lo que harías, Reese, no seas específico — Reí, el sonrió mordiendo su labio inferior.
QUE GUAPO LOCO WAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
Basta, tranquilita.

— Por favor, distancia que sino se me van a parar las tetas — Él rió y se alejó, yo me bajé de la pileta, me senté adentro de la bañera, él comenzó a vestirse donde yo no lo veía.
Si soy sincera me dan ganas de mirar, pero por curiosidad, nada raro... O sea si, sé que va a ver pero no sé, es curioso.
— Ricitos de Oro — Murmuré para mí.

— ¿Qué? — Preguntó, su cepillo de dientes en su boca, estaba sin remera y con pasta por todos lados, yo reí ante la imágen.

— Que eres lindo — Él sonrió y asintió aún cepillandose los dientes, yo ya estaba lista para acostarme, solo lo esperaba a él.