Una historia de Reese Wilkerson.
Puede que haya palabras mal escritas o mal sonantes.
Habrá "malas" palabras y escenas "subidas" de tono.
Hay canciones y películas que diré aunque no sean de la época.
La historia irá y vendrá con las cosas que pasar...
Ya estábamos de vacaciones, mi cumpleaños ya pasó, estuvieron mis padres y los Wilkerson, "la primera vez que ví a Francis", hoy llegan mis amigos y mi hermano, Iván, un mes atrasado pero bueno.
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Estaba mirándome al espejo, levanté mi remera y camisa para ver mi abdomen, me veía gorda. —No pienso meterme a la piscina por nada del mundo — Reese y Francis me miraron, estaban sentados sobre mi cama, anteriormente hablando.
— ¿Por qué no? — Preguntó Reese su ceño fruncido — Te verías sexy en bikini — Una sonrisa tonta en sus labios, rodé los ojos, Francis le dió un sape.
— Idiota, a lo que se refiere es que se siente gorda — Dijo Francis, su vista volvió hacia mí — Adara, te ves bien, eres bonita y no estás gorda — Sonrió levemente.
— Voy a empezar a hacer ejercicio — Murmuré, arreglándome la ropa.
— Pero come, dijiste que el año pasado casi terminas anoréxica y de pequeña te internaron así que come, has ejercicio pero come — Medio me regañó Francis.
— ¿Qué?, no sabía eso — Murmuró Reese.
— Nunca tocamos el tema — Dije, pasandome el delineador.
— Agh — Pareció que Reese convulsionaba, reí por eso, casi me meto el delineador en el ojo — No entiendo cómo las chicas pueden hacerse eso, si, quedan bonitas, pero parece doloroso — Sentía su mirada sobre mi.
— Así cómo tú pasas horas en el baño arreglando tu cabello ella pasa horas maquillándose — Francis también mirándome.
— Al principio si pasaba horas, ahora que le agarré la mano ya no demoro tanto — Finalmente me pasé algo de labial, me puse el perfume del McQueen y voltee a mirarlos — ¿Bien? — Ellos asintieron.
— No sabía que tú secreto era el Rayo McQueen — Murmuró Reese, ahora mirando con asombro el perfume, yo reí.
— Adara, chicos, ya llegaron! — Gritó mi madre desde abajo.
— Francis, recuerda, si mi madre dice algún comentario transfóbico o por el estilo, tu cambia de tema, Reese, si notas que Lucas comienza a coquetearme abrázame o has algo disimulado — Dije mientras bajabamos las escaleras.
— Bien — Dijeron a la vez, cuando ví a Iván bajarse del uber fuí corriendo hacia él abrazándolo.
— Pará, pelotuda, casi me tirás — Rió mi hermano, abrazándome, mi cabeza enterrada en su pecho.
