IV

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Aloy fue directo con los arqueros, Ian se encargó de las máquinas, apretando los cuerpos metálicos para así ser destruidos junto con sus montadores. Y los que tenían la mala suerte recibían un golpe de la cadena directo a su cráneo.

Entre la batalla el primer Tenakth recibió dos flechas en su pecho casi a punto de morir pero el Mariscal mato al que estaba montando la máquina, lanzando una lanza. Retuvo a la máquina como pudo, no funcionó del todo y su brazo recibió lo peor, antes de morir el Tenakth le dio con su lanza a la maquina.

Ahora solo quedaron la pareja y Varl. Aloy se encargaba de los enemigos y Ian de las máquinas, mientras que Varl cubría sus espaldas para no ser sorprendidos.

Acabaron con la mayoría. Por un momento Aloy iba a hacer embestida por uno de ellos pero rápido Ian lanzo su cadena, tomando tanto la máquina y al que lo estaba montando, con todas sus fuerzas destruyó a ambos.

Grudda: ¡Basta!

El ataque paro unos segundos.

Grudda: ¡Oigan, forasteros! ¡Voy a desollarlos!

Ian: ¡Inténtalo!

Grudda: ¡Jefa! ¡Concédeme el honor de este desafío!

Regalla: Concedido.

El hombre salto del risco pero antes de caer, un tipo de paracaídas azul, retuvo su caía y le dio una patada a Varl que lo dejo en el suelo. Ian fue también pero recibió varios golpes con el paracaídas que ahora era un escudo.

Grudda: Tu turno, chica.

Escaneo su escudo y pudo ver qué si recibía el daño suficiente podía destruirlo antes de que nuevo se regenere. Era muy bueno Grudda en la batalla, pero cuando Aloy le quitó su escudo una cadena rodeó su cuerpo, era lan.

Lo sometió y saco las espinas de la cadena para hacerle más daño, luego de eso hizo fuerza para arrancar su cabeza por completo.

Aloy: ¡Te toca! ¡Baja aquí y enfrentanos!

Regalla: No. Fue un desafío honorable. Se merecen seguir viviendo. ¡Camaradas!  ¡Recuerden este día! ¡Hoy diezmaron a los mariscales, masacraron a los Carja..! ¡Estamos en guerra con Hekarro!

Después de su discursos todas las máquinas se fueron, junto a ella que iba montando esa máquina.

Ante eso se escucharon quejidos de dolor, era el Mariscal que por mala suerte perdió su brazo izquierdo. Al igual que él Varl se levantó adolorido.

Lo llevaron hasta el fuerte para que estuviera con Erend, pasaron algunos días para que se recupera, al igual que Ian e Aloy curaron sus heridas de la batalla. Pasando esos días fueron hacía fuera de nuevo, vieron el cadáver de Grudda y le quitaron su escudo, Aloy se lo quedó como planeador e Ian solo le dio modificaciones a su mano para crear un escudo similar a éste.

Ante toda la masacre fueron al oeste Prohibido o lo que apenas era el oeste más bien. Probando el planeador ambos saltando por un risco, no era difícil hacerlo para la pareja, era cuestión de controlar como escudo y planeador. Durante el camino se encontraron con un campamento, pensaron en la teoría que pertenecía a Regalla, así que sin más hablar eliminar a la gente que había dentro junto con las máquinas rebeldes.

Después de descubrir los tratos malos de Ulvund, Petra quedó a cargo de cadena Chirriante, por otra parte Ulvund se fue de allí para siempre. Ahora la pareja iban tras un Cuellilargo para tener más claro a dónde iban y por dónde, no sin antes eliminar maquinas como era costumbre.

Subieron a la cabeza de la gran maquina con mucho esfuerzo, pero valió la pena después de registrar toda la zona. Fueron a las coordenadas que había enviado Sylens, al llegar vieron con restos de una enorme maquina, se asimilaba a un titán como decía Aloy.

Hᴏʀɪᴢᴏɴ ɪɪ Fᴏʀʙɪᴅᴅᴇɴ WᴇsᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora