Hᴏʀɪᴢᴏɴ ɪɪ Fᴏʀʙɪᴅᴅᴇɴ Wᴇsᴛ

XIII

Abrieron una puerta para seguir el camino, juntando la información que había dentro del búnker. Cada vez iban más adentro hasta llegar a un tipo de taller y en el centro un aparato. Simplemente era un asiento a la vista de la pareja.

Después a un discurso algo estúpido de parte del presidente, fueron más dentro, además que decir que el presidente tenía bastante en común con Ted Faro. No en lo que decía, si no en la actitud que iba tomando a lo largo del camino.

Por un momento la pareja tuvo que ir por otro camino para ir a abrir la puerta, antes de abrirla descargaron el archivo Omega que los ayudaría a su misión. Pero descubrieron un horror ahí dentro, el mismo Ted Faro manipuló sus genes para vivir más años, pero eso solo lo hizo mutar en una aberración.

Esto fue visto por el presidente que se decepcionó de Aloy y Alva. Luego de eso ordenó que mataran a los tres. Mala idea pedir eso cuando alguien tenía bastante enojo acumulado.

Ian no dudo un segundo y empezó a golpear con sus garras de metal a los guardias, los fue matando de formas inhumanas. Arrancando sus gargantas, destruyendo sus cráneos hasta hacerlos sangrar del sufrimiento, incluso quitándole sus ojos aún cuando estaban de vivos.

Con ellos muertos salieron de ahí lo más rápido ya que el lugar se estaba calentando a una temperatura exagerada, y claro de paso matando a varios guardias que les impedían el camino. Por mala suerte el presidente tuvo una muerte rápida pero lenta a manos de Ian, le arrancó su brazo y luego una parte de su piel de su mismo cráneo, todo eso era visto por las dos mujeres que lo vieron con horror.

Después calmar las ansias de muerte, los tres salieron de ahí aún luchando con los guardias que había dentro. Al salir al exterior Ian cayó al suelo y las mujeres solo tomaron un fuerte respiro.

Aloy: ¿Estás bien?

Alva asintió aún tomando aire fresco y Ian solo levantó el pulgar aún tirado en la arena.

Bohai: ¿Que ocurrió?

Aloy: Ah. Encontramos algo que ayudará. No solo a tu hogar, sino a todo el mundo.

Bohai: ¿Dónde está el presidente?

Alva: Está...muerto. Digamos que dio su vida para ayudarnos a descubrir los secretos de Tebas.

Bohai: Ya veo. Está claro que piensas que soy idiota.

Alva: ¿Qué? ¡No! ¡No!

Bohai: El presidente era un ególatra que manipuló nuestras creencias para crear su propia fantasía enfermiza. ¿Y tú esperas que crea que se sacrifico por un poco de información?

No sabían que responder.

Bohai: Solo quiero que me digan la verdad, ojalá sea convincente. Si no, ordenaré a éstos soldados que...abran fuego.

Ian se levantó con sus pocas fuerzas, con ayuda de Aloy.

Aloy: Espera. Tienes razón- dejo a Ian descansar -Si te soy sincera, el presidente arruinó todo. Hizo que Tebas se nos viniera encima y murió como un maldito cobarde. Pero...ahí abajo encontramos algo que ayudará a tu Tierra...si lo recuperamos, para usarlo.

Ian: Si es necesario, lucharemos para escapar de aquí, pero no tiene por qué ser así. Pueden dejarnos ir...y así llevarte el mérito cuando las cosas mejoren.

Bohai: Tener éxito siempre es mejor que fracasar- los guardias que tenía a su alrededor bajaron sus arcos -Parece ser que nuestro destinos están entrelazados. Arribo les abre sus puertas. Si su causa lo requiere pueden entrar y salir a su antojo.