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┊╰  capítulo siete ‧₊



     Mikaela y yo en rato que estuvimos de compras, nos gastamos más dos mil libras en todo lo que ella creía que era necesario para la cita de hoy

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     Mikaela y yo en rato que estuvimos de compras, nos gastamos más dos mil libras en todo lo que ella creía que era necesario para la cita de hoy.

Compramos zapatos, tacones, bolsos, vestidos, cardigans, literalmente de todo. Llevábamos muchas bolsas y eso causó que nuestro maletero casi no cerrara y nos tocara poner algunas en los asientos traseros.

En el camino a casa estuve imaginando como me quedaría cada una de las prendas que había comprado, pero una en particular fue la que en mi mente hizo 'click', esa sería la que me pondría hoy.

Con ayuda del conserje de nuestro edificio logramos subir todas las cosas sin ningún accidente. Mikaela empezó a cocinar y yo me fue a mi habitación a comenzar un desfile frente al espejo.

Agarre mi móvil y puse una de mis playlist favoritas en Spotify, entonces empezó a soñar 'Sensación del Bloque' y a partir del inicio de la canción ya me había transportado a mi gira mundial a la que Mikaela, después de dejar la comida en la mesa, se unió.

Mikaela era mi mejor amiga, la amo, sobretodo estos momento en los que ella y yo hacíamos el tonto frente a la otra sabiendo que somos incapaces de criticarnos la una a la otra. Si cualquier persona me preguntase si recomiendo vivir con su mejor amiga, cien por cien diría que si, que nunca te arrepentirás.

—Adoro como te queda este vestido —decía Mikaela mientras me cerraba la cremallera.

—Es precioso —el vestido era marrón, era largo hasta por encima de los tobillos y tenía manga larga, era sedoso y muy suave, me definía a la perfección cada curva de mi cuerpo y tenía un buen escote.

—Te lo podrías poner con las botas dr. Martens. —me imaginaba el outfit y le faltaba algo —Siento que le falta algo.

—¿Un cárdigan? —entonces Mikaela comenzó a buscar con la mirada entre todas las bolsas encima de mi cama.

—Mira, ese de allí —le señale con el dedo en la esquina de la cama un cárdigan blanco—, también me voy a poner el bolso negro de Chanel.

—Por Dios, vas a estar preciosa.

[ ... ]

     Mi piel se sentía fresca debido a mi serum hidratante, era parte de mi preparación para la piel y así luego hacer mi rutina de maquillaje.

No me quería maquillar mucho, quería algo ligero y bonito. Mikaela me ayudó a preparar mi bolso y me ayudó a terminar mi maquillaje.

—Siento que falta algo —me miraba en el espejo de mi tocador, en el que Mikaela estaba sentada.

—¿De maquillaje?

stripper. central ceeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora