CC || ❝ Quien coño diría que una bailarina exótica fuera lo más parecido a una diosa que he visto en mi vida ❞
-Historia 100% mía, no se aceptan copias y/o adaptaciones.
-Contenido sensible, no apta para menores.
-Con esta historia NO prentendo sexu...
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Todo se sentía como un cuento de hadas. Aquella primera cita se convirtió en el inicio de algo muy grande entre nosotros dos.
Aquella noche Mikaela me esperaba sentada en el sofá con dos copas de vino y unas galletas, eso solo tenia un significado, nos quedaríamos toda hablando sobre los sucesos que habían pasado esta noche.
Mikaela estaba prestando atención a lo que yo decía, también me pedía detalles sobre su comportamiento físico y como se expresaba físicamente, para Mikaela una clave muy importante para la comunicación era el lenguaje corporal, ella siempre dice que eso demuestra cuánto le importas a una persona.
Entonces llegó la parte en la que le contaba sobre cómo fue el beso; directamente Mikaela comenzó a saltar sobre el sofá, pegando gritos de emoción y contagiándomela a mi también.
Las dos estábamos muy emocionadas por mi y por todo lo que había pasado hoy, todo absolutamente perfecto.
[ ... ]
Mis citas con Oakley fueron cada vez en aumento, nos veíamos prácticamente todos los días, hacíamos llamadas durante horas, pasábamos el tiempo juntos hablando sobre absolutamente todo.
Él muchas veces iba al club a verme trabajar y reservar sesiones privadas conmigo y pagaba de más para que ningún otro hombre estuviera solo conmigo en una habitación.
Mis sesiones privadas con él pasaron de ser sensuales y calientes, a ser divertidas y sesiones de muchos besos entre nosotros, había algunos días en los que me era imposible concentrarme en mis actos en en escenario porque él estaba en el público y me ponía nerviosa con esa sonrisa.
Yo también iba mucho a su estudio de grabaciones, muchas veces nos quedábamos hasta las dos de la madrugada mientras él grababa alguna canción o probaba cosas nuevas.
A su manager le gustaba que yo estuviera ahí, decía que yo era como un amuleto de la suerte, que desde que comencé a ir al estudio a Oakley se le notaba más inspirado y mucho mas tranquilo, sin tanta presión.
[ ... ]
Era sábado por la tarde, llevaba unos días de vacaciones en el trabajo por las navidades. Aún eran principios de diciembre pero estaba pensando mucho en que regalarle a Oakley, es decir, él ya tiene todo lo que quiere ¿que le podría dar yo?.
Yo estaba tirada en el salón viendo la televisión, Mikaela estaba pasando la semana con su novio y no volvía hasta el martes.
Entre todos mis pensamientos y entre todo el aburrimiento decidí agarrar mi teléfono y llamar a la primera persona que se me ocurrió.
—Hola princesa —escuche la voz de Oakley a través del teléfono.
—Hola —dije contenta—, estoy aburrida en casa y quería saber si te querías pasar por aquí.