CC || ❝ Quien coño diría que una bailarina exótica fuera lo más parecido a una diosa que he visto en mi vida ❞
-Historia 100% mía, no se aceptan copias y/o adaptaciones.
-Contenido sensible, no apta para menores.
-Con esta historia NO prentendo sexu...
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Ya esta, esta lejos de mi, estaría sin el amor de mi vida durante un tiempo que fuese el que fuese, para mi seria la infinita e invencible eternidad.
No entendía que me pasaba, ¿Mi estado de humor dependía de un hombre?, ¿Qué me pasaba? Tenía que cambiar esta confusa y nueva situación.
Oakley me ama, yo le amo, le amaba demasiado, por eso simplemente tenía que dejar que las cosas fluyeran, no podía desconfiar de él. Pero mi mente se creaba escenarios, escenarios sin concordancia. Mi móvil estallaba, estallaba de todas las noticias o publicaciones en las que saliera mi novio, ¿Yo active esas notificaciones?, puede que si, o puede que solo mi parte intensa y paranoica lo hiciera.
—Tranquila, no creo que vaya a hacer nada indebido —me calmo Mikaela—. Además, tienes que estar concentrada, estamos trabajando y hay que generar.
—Tienes razón —concorde.
—Esta bien chicas —otro día más en ese backstage, Michel llamo nuestra atención— . Necesito que salgan allí, hoy hay una gran multitud y necesito que estén concentradas.
Poco despues nos toco salir a un grupo de chicas, al fin yo había alcanzado mi lucidez, ya no estaba embriagada mi imaginación maligna, todo estaría bien, todo estaría igual.
Las luces de aquel escenario se encendieron, iluminando nuestras pieles llenas de polvo de hadas, iluminando nuestros maquillajes extravagantes, llenos de color y brillo, llenos de personalidad.
Mis piernas se abrían, mi piel pegándose a la barra, formándose una, haciéndome girar y girar, en teste tipo de situaciones, en las que me expongo a diferentes hombres, que varían de edad, aspecto y mentalidad, me gusta imaginar, me gusta imaginas que estoy haciendo gimnasia o practicando ballet, cosas que hacia cuando era niña.
En el momento en que mis ojos se iban a cerrar para poder imaginar y visualizar en paz, lo vi, lo vi a él, no a mi novio, ojala hubiera sido mi novio.
Vi mi pasado, de pie, en el fondo de la sala, con sus ojos solo puestos en mi, mi mente se disperso, ¿No estaba en Argentina?, ¿Por que habrá vuelto?, sin ni siquiera haber cruzado una palabra, me podía imaginar con detalle a que venia.
Se acabo el espectáculo señoras y señores, las luces se apagaron, vi a mis compañeras colocarse en el escenario, en las barras, mientras nosotras recogíamos nuestro dinero.
—Lo has hecho muy bien, como siempre —reconocería su voz en cualquier parte.
—Me molesta tu presencia Matthew —dije sincera—. No se que haces aquí.
—Tranquila amor —acerco su mano a mi rostro, en un acto reflejo yo aleje mi cara y me cubrí con mis brazos— ¡Oh!, ya veo que aun sigues atrapada en esos momentos —yo solo le mire con asco—. Me he enterado de que ahora tienes una tierna relación con Central Cee.