CC || ❝ Quien coño diría que una bailarina exótica fuera lo más parecido a una diosa que he visto en mi vida ❞
-Historia 100% mía, no se aceptan copias y/o adaptaciones.
-Contenido sensible, no apta para menores.
-Con esta historia NO prentendo sexu...
[aviso: les recomiendo antes que nada buscar la traducción de "obsessed with you - Central Cee"]
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Todo se volvió oscuro. Mi cuerpo paró lentamente de moverse, sintiendo como las pequeñas gotas de sudor recorrían mi cuerpo con delicadeza. Dentro de mi cabeza los aplausos hacían eco. El dinero me caía en la cara y ya no lograba ver el suelo de todo el dinero que lo cubría. Estos meses han sido duros, pero la visita de mi mamá y de mi abuela había sido un gran refuerzo para mi, me dieron más ganas de seguir adelante y me recordaron quién era.
—Ha sido un buen show —Alex me pasó mi bolsa—, lo estás llenando más que antes.
—Gracias —agarré la bolsa con una sonrisa—, aunque ahora lo único que quiero es irme a casa y dormir seis días seguidos.
—Pues deberías de hablar con Michael, te los mereces —me ayudó a recoger el dinero—, hace dos meses que volviste y esto está reventado todos los días, cada uno de ellos esperando que cierres cada espectáculo.
—Créeme que no solo vienen por mi —cerré la primera bolsa—. Creo que vamos a necesitar otra Alex —este salió corriendo hacia su mesa de DJ, sacando de debajo otra bolsa de plástico negra—. Gracias.
Terminamos de guardar todo el dinero, cogí un pequeño fajo y se lo di, así era siempre, él me ayudaba y yo le pagaba.
—Joder —exclamó al ver el fajo—, puros billetes grandes, así si da gusto colaborar —dijo para darme un pequeño beso en la mejilla y volver a su mesa.
Dentro del camerino no había casi gente, me daba cierto alivio, aunque ni siquiera estaba Mikaela. Me tiré en el suelo a organizar el dinero y así meterlo en un bolso, aproveché y comencé a contarlos con la máquina.
Después de contar todo guardé todas mis cosas y las guardé en mi otro bolso, dos bolsos grandes de gimnasio. Me dirigí al auto y las coloqué en el asiento trasero.
Comencé a conducir camino a casa, mientras veía la carretera y fijarme como dejaba atrás todas las farolas al ritmo que la velocidad aumentaba, el viento entraba con fuerza por el pequeño espacio abierto en la ventanilla, en estos momentos sentía paz y a la vez me sentía tan viva. La velocidad iba aumentando, pasando de un número grande a otro, el corazón me latía con fuerza.
Di un profundo suspiro y le bajé la intensidad a medida que llegaba a mi zona. La radio estaba encendida, reproduciendo canciones que probablemente había escuchado una vez en mi vida. Pero justo en el momento en que ya estaba en el aparcamiento del edificio, justo en el momento en que iba a apagar la radio mencionaron el nombre de 'Central Cee', simplemente no pude apagarla.