—Ahlena Parkinson, ¿También eres parte del plan de Lady Prince?—Cuestiono Mérope con cautela.
Ahlena asintió. —No formó parte de su plan principal, pero estoy del lado ella. Lo que me sorprende es que tu sepas todo, ¿Acaso me espías?
—Si te espiara no estaría tan sorprendida, tonta. —Dijo con diversión. —Regulus me comento todo, de hecho ya estoy de ese lado y en las vacaciones me voy a ir con él a seguir con un entrenamiento que impartirán.
Ahlena dudo en que decir, sabía que si Remus se entera todo se vendría abajo. — ¿Que pasara con Remus? Aun no le cuento nada de esto y no creo que lo acepte.
—Decidí que avanzare sin el si es necesario, cada quien forja su destino y la verdad Lady Prince es una gran mujer en cambio Lady Rosier siempre la he considerado una escoria maligna.
»Estoy segura que si le explicamos la situación a Remus él nos entenderá y se unirá a nosotros. El siempre busca estar del lado correcto y aunque no haya ninguno en estos momentos yo creo que el lado de Lady Prince es más sólido.
—No podemos abandonarlo, tal vez sea una ¿Y si no lo hace, que haremos?
—Avanzar, no puedo más bien no quiero estar sometida a una persona que no busca apoyarme en mis decisiones. Hablaremos con Remus y si él se niega lamentare mucho que esto nos haya alejado.
Mérope mantiene una mirada seria, sabía que le dolería saber que su hermano no la apoya, pero al final de cuentas ambos podían tomar caminos distintos.
—Muy bien entonces hablaremos con él en la noche, no quiero seguir mintiendo. —Acepto Ahlena.
—Perfecto, ahora vamos a las cocinas por unos deliciosos pasteles de chocolate. —Mérope se engancho al brazo de Ahlena y la encamino a las cocinas.
Sir Robb se sorprendió al ver a Tatiana con esa mirada, la misma mirada que tuvo Celine años atrás.
—Tatiana, ¿Qué sucedió?—Se atrevió a preguntar.
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Forbidden ||Severus Snape||
FanfictionSeverus Snape tenia en claro que no siempre iba a ser querido como un día su madre le dijo, pero eso nunca le llegó a molestar las actitudes que tenían hacia el, en cambio le agradaba con el tiempo se dio cuenta que la soledad eran mejor que los ami...