Capítulo 3: Nuevo Infierno.

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"Yo soy tu hijo. Tu eres mi madre.
Estoy por mi cuenta.
Tu no me amas asi que no me digas como vivir"

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Al llegar, antes de bajar del vehículo, escuché la conversación que mi madre y el policía tenían afuera de la camioneta

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Al llegar, antes de bajar del vehículo, escuché la conversación que mi madre y el policía tenían afuera de la camioneta.

-¡¿Me estás diciendo que él salió totalmente ileso y mi esp... ex esposo no sobrevivió?!

- Sí, señora, sé que es difícil de entender, pero debe estar agradecida de que su hijo esté vivo. Trataremos de resolver el caso, aunque nuestras sospechas son que accidentalmente fue su ex espos...

- No, no. ¡Estoy segura de que fue él! ¡Mi Markus jamás sería capaz de hacer algo asi! ¡Ni siquiera por accidente! - La hipócrita comenzó a llorar.

- Entienda Marie, ¡Un niño no es capaz de hacer algo así! ¡Inclusive lo interrogamos con un detector de mentiras!

-Pero él...

- No se preocupe, encontraremos lo que provocó este incendio, la mantendremos informada. Que descanse.

El policía fue hacia la camioneta, y al ver que yo seguía ahí, me abrió la puerta para que yo pudiera bajar.

- ¡¿Estás contento Eldritch?!

- No, para nada, ya que tengo que vivir con ustedes.

- Ah, perfecto. ¡Yo tampoco lo estoy! Acaba de morir tu padre y además, ¿Ahora tengo que cuidar de ti?

- Como si te importaba pa...

- Sí que me importab... importa. La buena noticia de esto es que ahora tengo un sirviente. ¡Alguien que obedezca a todo lo que le ordeno! Ese va a ser el precio si quieres tener un techo donde vivir. Ahora entra.

Desgraciadamente, no podía contradecirla; necesitaba un lugar donde vivir.

Lo que generaba una extraña sensación en mi estómago era... ¿Cómo sabía que maté a mi padre? ¿Será porque me odia o por... otra desconocida razón?

- Ven, Eldritch. Esta es tu nueva habitación. Agradece que tienes una.

Y, por supuesto, me dio la que estaba en el primer piso, la más fea de todas. Sé que tenía un montón más para prestarme, pero me odiaba, así que era de esperarse. Por lo menos no me dio el sótano, o peor, el ático.

¡Que considerada!

Maldita.

Y si pensaba que vivir con mi padre era de lo peor, vivir en el mismo techo que mi madre y hermano era un puto infierno.

En noche buena. 5 años después.

La quinta navidad en esta mierda de casa.
Y en ninguna recibí un regalo de parte de ellos; era lo obvio, ni siquiera mi padre me daba obsequios, mucho menos ellos.

FreyjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora