Destellos.
—Narrador.
La penumbra de la habitación era cómplice de la tensión que flotaba en el aire. Él joven acercó lentamente su rostro, sus ojos fijos en los de la más baja, como si leyera cada pensamiento que se arremolinaba en su mente. Sin previo aviso, sus labios encontraron los ajenos en un beso que se apoderó de los sentidos de la peli azul.
La intensidad del contacto la dejó sin aliento, mientras sus manos se aferraban con firmeza a su cuello y el joven a su cintura, creando un vínculo tangible entre ellos. En ese instante, el tiempo parecía detenerse, y solo existían ellos, entrelazados en un abrazo apasionado.
No podía evitar la oleada de emociones que la invadía, una mezcla embriagadora de deseo y confusión. El joven no sabía qué pensar, pero en ese preciso momento, lo único que anhelaba era prolongar ese instante de conexión única.
El susurro de sus respiraciones entrelazadas llenaba la habitación, mientras exploraban ese terreno desconocido que se abría ante estos. En cada roce, en cada caricia, parecía revelarse una historia que aún estaba por escribirse, y se dejaban llevar por la corriente de sensaciones que los envolvía.
Probablemente no entiendas como acabamos en este punto: Habrá que enseñarlo.
El día empezaba, ni tan caluroso ni tan helado. En la cocina de la gran mansión se encontraban dos jóvenes, la tensión era latente puesto que semanas anteriores uno de ellos se había confesado indirectamente. La joven lo había dejado pasar gracias al problema que hubo no se había acordado de ello y seguía sin hacerlo, hasta que Rayden decidió hablar con ella.
—No deberías haberlo hecho Rayden—susurró la joven en un tono bajo, el chico solo suspiró buscando su mirada, para solo encontrar unos ojos inhóspitos, no tenían brillo, las sonrisas de esta solo alegrarán su rostro, más no su alma.
—Y que querías que hiciera, ¿Eh? ¡Ese idiota de estaba haciendo sufrir!—alzó la voz. La joven hace unos días se había enterado sobre el encuentro del joven Kobayashi y Rayden, cuando el último había ido a golpearlo.—Si tan solo me dejaran darle otro golpe..te aseguro que con eso hago que recupere la memoria.
La más baja soltó un suspiró tembloroso, no quería recordar la pérdida de memoria de Hikaru. Ellos no estaban tan mal, a veces el chico la evitaba pero, cuando el joven pensaba que ella no se daba cuenta, la miraba fijamente, y cuando ella lo miraba el apartaba la mirada rápidamente.
Definitivamente no quería pensar que el chico, su chico, no la recordaba, a ella, y que con ella sus recuerdos juntos tampoco.
El más alto se dio cuenta de eso y se maldijo a sí mismo por recordárselo, pero era verdad, el la había dañado, incluso antes de haber perdido la memoria.
Indeciso se acercó a ella, esta era su oportunidad, la oportunidad de enamorarla y así por fin se olvide de Hikaru y el dolor que trae consigo. Sin pensarlo dos veces la abrazó, buscando de alguna forma que la más baja se desahogue con el.
La chica lo dudó pero terminó accediendo, agarrando su torso y escondiendo su cabeza en el pecho del contrario, soltando lagrimas inaudibles y silenciosas, sin darse cuenta de que alguien los miraba desde el marco de la puerta.
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.—¿Te pasa algo?—Era tarde, medianoche, y un peliverde yacía acostado en el sofá del salón cerca de la entrada, con su típico gorro que cubría todo su rostro, acababa de llegar y solo quería descansar, se había ido desde hace muy de mañana puesto que quería mantener su cabeza ocupada. El casi beso con la joven Wayne no le había sentido muy bien.
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Only Us (Jara)
Fanfiction·(AVISO) ESTE LIBRO PUEDE TENER MALAS PALABRAS, ABUSOS, VIOLENCIA, Y CONTENIDO EXPLICITO +18· Todo quedara a tu responsabilidad si lees este libro. James Weasley, una figura envuelta en soberbia y egoísmo, despliega su presencia con una seriedad que...