Capítulo 19

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¿?

—James Weasley.

—¿Puedes apartarte? Aunque sea un poco mujer.

En mi vida, cada evento y elección parece seguir una lógica extraña y desconcertante. Siento que estoy perdiendo el juicio, como si mi estabilidad se desvaneciera. La herrería completa de mi existencia se desmorona, todos los tornillos están sueltos. Es como si estuviera navegando por un mar de caos sin brújula.

Perdí el juicio.

En la oscuridad de la madrugada, Sara Wayne irrumpió en mi cuarto mientras compartía un momento íntimo con un libro. Las trescientas setenta y ocho páginas que devoré esta tarde no sirvieron de mucho, ya que no pude llegar al final debido a esta inesperada visita nocturna. Parece que la trama de mi vida está tomando giros tan impredecibles como las historias que encuentro entre las páginas.

Pensé que podría burlarme de ella por no poder dormir sola y regresar a mi libro fácilmente, pero todo cambió cuando un estúpido estruendo resonó, y ella se aferró a mí en busca de consuelo. La ironía de la vida parece tener un sentido del humor propio.

No estaba dispuesto a aceptar, en serio, pero entonces ocurrieron cosas. Un pequeño beso revolucionó mi mente y gracias a eso, en este momento, ella está aquí, en mi cuarto, en mi cama y a mi lado.

Aferrada a mi torso como un koala, su cabeza enterrada en mi cuello, hacian que las palabras de "sal de aquí" o "vete a tu cuarto" quedaran atrapadas en mi boca. La intimidad del momento creó un lazo que silenció cualquier deseo de alejarla.

Su respiración, ahora calmada, rozaba mi pálida piel. Tal vez esto esté bien, digo, ella es la que me está tocando, no yo. Al principio, esto era lo que quería, tocarla, besarla y hacer que grite mi nombre.

Pero.

Un sentimiento revoloteaba en mi cabeza, impidiendo que cualquier pensamiento malicioso se concretara. Mis manos yacían a cada lado de mi cuerpo. Sentía que, con solo tocarla, podría destruirla, que esta alma inocente se impregnaría de mi perversidad y aura. La contradicción entre el deseo y la precaución tejía una compleja red en mi mente.

Por un lado, me gusta la idea de suprimirla a mi antojo, beber cada gota de su inocencia y, cuando ya no quede más de ella, olvidarla, como hago con las demás.

Sin embargo, hay otro lado, aquel que me impide llevarlo a cabo, dejando mi poca cordura en un hilo. Sé perfectamente que si lo hago, uno de los primeros a los que perdería sería a Hikaru; esa niña es como su hermana y aunque él me vea como una figura paternal, sé perfectamente que me odiaría. La amenaza de perder una conexión valiosa actuaba como un freno a mis impulsos oscuros.

Y he estado pensando, ¿realmente quiero eso?

¿Perder a gente por saciar mi deseo?

La respuesta es clara; me da igual. Desde niño he tenido que huir, perdí al señor que quería como a un padre e hice cosas... despreciables. Las sombras del pasado parecen haber dejado una marca indeleble, influenciando mi indiferencia hacia las consecuencias.

Hikaru y Ryoga son importantes, eso lo sé. Pero antes que ellos, voy yo, antes que sus deseos, los míos van primero.

Siempre voy yo primero, así me criaron.

Only Us (Jara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora