el capítulo diecinueve

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mi marido no es calvo.......

                                                                                   .................

Extendí los dedos mientras me limpiaba los ojos, nunca he dormido sin Diana.

Nos cuenta su aventura inspirada en la fantasía.

¿No vas a trabajar?....

llegó la voz de mi madre mientras me estaba preparando una taza de té.

Lo tomé mientras bebía de él, madre mía, por amor de Dios, mírame los ojos y que cansados ​​están,

camino y espero no chocarme con la pared.

¿Qué trabajo ahora? - dije mientras lo ponía sobre la mesa.

Ella dijo: “Tienes razón, tu abuela nunca nos deja dormir ni comer.”

Laura se sorprendió al mirarnos ¿Qué hacéis sin mí?...

dijo mientras se sentaba en el asiento a mi lado.

¿Cuándo te sentarás en la cocina?...

Dijo mientras se servía el té de hoy...

Dijo mi madre.

Revolví el té con una cuchara, vino Adlov, Laura le puso azúcar al té y revolví la cuchara con Diana.

Y miró a mi madre.

Como un grito de ayuda, me levanté mientras salía de la cocina para subir las escaleras.

Caminé por el pasillo, esperando que Diana no me notara.

La que te hablé antes, es soltera...

Me di vuelta y encontré a mi abuela sentada con Adlov en el pasillo, mirándome.

Ni siquiera está casada... dijo mientras me señalaba con su dedo.

Él se adelantó y la miró y puso mi mano en mi cintura...

Miré a Adlov mientras ella colocaba sus manos en la parte superior de su vestido negro.

caña. Adlov la miró atentamente.

¿Crees que esta chica permanecerá soltera hasta convertirse en solterona?...

No te preocupes, la casaré con Damon...

La miré: No me casaré con ese hombre calvo hasta que muera.

Yo dijo mirándola...

Adelof me miró

¿Has visto a una mujer hablando de su matrimonio con su marido a su lado?

Yo...

lo aceptarás y gracias a Dios que alguien te propuso matrimonio. Alice Ladlov dijo:

"No"....

dije mirándola. Mi madre vino de la cocina.

¿Qué hay aquí?...

Dijo mientras preguntaba y me miraba, pregúntale, quiere casarme con el calvo Damon....

Mamá, habla con ella...

dije mientras miraba a mi madre.

La abuela Diana Estera está casada...

¿En serio?...

Mira, me señala con el dedo a mí, una vieja bruja helada...

Su marido está de tu lado, dijo mi madre mientras se acercaba y se paraba frente a Adlov.

Sentimientos retorcidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora