Capítulo Nueve

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..... Si se escribieran las palabras de amor, mis plumas estarían acabadas, pero el amor es que las almas dan regalos¿entonces mi alma te basta?........

...................


¿Qué quieres decir con que cancelaste el trato con Michel?

dijo Ezequiel en voz alta, metiéndose los dedos entre los ojos.

"¿Sabías que estábamos por encima de la serpiente amarilla, y que estábamos juntos, al mismo nivel y con manos iguales?"

Entonces Ezequiel, no hay necesidad de este drama y ahora tienes trabajo, Alice.....

dije mientras dejaba el bolígrafo y lo miraba.

Me miro a mí mismo.

¿de qué estás hablando? ¿Me estás echando de tu oficina? Astra...

Dijo colocando su mano sobre su pecho como si le hubiera lastimado.

Sí, Ezequiel, por favor, dije señalando con la barbilla hacia la puerta.

Me miró mientras se secaba sus falsas lágrimas de agradecimiento, luego rápidamente salió y cerró la puerta con fuerza.

Alejé la cabeza mientras sostenía el bolígrafo para reintegrarme al trabajo...

Levanté la cabeza de los papeles en los que me ahogaba y mi mano salió acariciando mi cuello debido a la gravedad del espasmo.

Moví mi cuello para golpearlo de izquierda a derecha.
En la misma acción, escuché el sonido de tics secuenciales.

Miré el estante del café que le pedí a Katya que pusiera aquí en mi oficina

porque la cansaba cada vez que me traía café en los estantes donde estaban colgados cuadros de tacones altos y accesorios de moda.

Me levanté, preparé una taza de café y presioné play.

Mi teléfono sonó, su sonido se mezcló con una voz, salí a ver quién llamaba, levanté la mano para ver mi número de ayuda.

Clara, que trabajó conmigo en Francia...

Me puse los auriculares inalámbricos y puse el pulgar en la respuesta.

Su voz decía: Buenos días Estera...

Buenos días Clara...

Perdón por llamarte tan tarde, acabo de ver tu correo electrónico. Sabes que estoy desconectado. Dijo con pesar...

Caminé hacia el estante designado para el café, luego presioné el botón nuevamente para encenderlo
sé que no quería llamarte, tenía miedo de dañar tus nervios de yoga.......

Dije mientras ponía mis manos en mi cintura, el sonido de su risa hacía que el mundo escuchara intermitentemente que Clara fue tocada por Astera...

Dijo con mucho gusto. Vas a hacer que me arrepienta de haberte dicho esto, así que tienes una carta de triunfo en mi contra

dije, pasándome los dedos por el pelo.

Sentimientos retorcidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora