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No supo en que momento se quedó dormido, pero se despertó en el momento en que su vejiga avisó que ó se levantaba malditamente de la cama ó habría un gran problema.

Parpadeó y se estiró, soltando un largo suspiro, pero se despaviló en el momento en que su mano chocó contra algo, más bien, contra alguien.

Roy se encontraba acostado a su lado, boca abajo, totalmente dormido y dejando escapar bajos ronquidos.

La incomodidad se creó en su pecho, saliendo de manera rápida de la cama y entonces se dió cuenta que sólo estaba en boxers. ¿En qué momento se había quitado el pijama si recordaba haberse acostado con él?

— Roy. — llamó, pero no obtuvo respuesta. — Roy, despierta. — lo intentó nuevamente. — ¡Roy!

El pelinegro se despertó de golpe, parpadeando con su ceño fruncido.

— ¿Qué?

— ¿Qué estás haciendo en mí cama? — Preguntó tratando de no mostrar la incomodidad que reinaba en su cabeza.

— ¿De qué hablas, Emilio? — restregó sus ojos mientras se sentaba. — Tú me pediste que durmiera contigo porque no querías estar sólo.

Honestamente no recordaba aquello, pero sacudió su cabeza.

— ¿Porqué estoy sin mí pijama?

— Dijiste que querías estar más cómodo y yo te lo quité.

Abrió sus ojos en sorpresa y se cruzó de brazos.

— ¿Estás jodiéndome? — sonó enfadado y no evitó disimularlo porque realmente lo estaba.

Aquella respuesta sólo lo incomodó más y es que él no había dormido con nadie más después de Joaquín y se le hizo demasiado raro volver a hacerlo con alguien más que no sea Bondoni.

Dios, sí que era un idiota.

— ¿Porqué tantas preguntas, Emi? Somos hombres, no deberías ser un mojigato. — dijo con un tono bromista.

— No soy un mojigato, Roy. Pero ésto no está bien.

— ¿Porqué no? ¿Acaso tú madre vá a retarte por ésto? Porque eres todo un hombre que no necesita darle explicaciones a nadie. — recalcó la última palabra.

— Vete de mí casa, Royer. — ordenó cortante.

Puso una mueca de incredulidad.

— Sólo estaba bromeando, Emilio. Tú quisiste que me quedará aquí, no follamos si eso es lo que te preocupa.

Apretó la mandíbula y sin decir nada se fué al baño. Sabía que estaba exagerando, antes de Joaquín no tenía problema alguno en dormir en la misma cama con algún amigo ó amiga.

Con Leidy lo hacía y jamás se sintió incómodo.

Entonces, ¿Porqué le sucedió con Roy?

No se acordó del momento en el que le pidió aquello, pero estaba seguro que su amigo no le mentiría y tampoco habían hecho nada que cruzara aquellos límites. Por lo que después de darse una ducha en dónde refrescó su cuerpo y mente a la vez; salió con una toalla tapando su parte baja y agradeció el hecho de que el pelinegro no estuviese en la habitación.

Se cambió tranquilamente y luego fué hacía el comedor-cocina encontrándose con el chico tomando su chaqueta y sus pertenencias.

Rascó su nuca y luego bufó.

¿Can I Hold You Again? // Adaptación Emiliaco - 2° Temp. de ¿Puedo Abrazarte?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora