¿Can I Hold You Again? // Adaptación Emiliaco - 2° Temp. de ¿Puedo Abrazarte?

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— ¿Crees que estás listo para ser dado de alta, Emilio? ¿No crees que podrías sufrir una recaída? — preguntó Annie hacía el rizado mientras lo veía fijamente. — ¿Crees que has aprendido a separar la dependencia del amor?

Emilio se acomodó mejor en el sillón en el que se encontraba sentado y fijó su vista en sus manos, pensando bien en la respuesta que daría y también preguntándose eso así mismo.

¿Estaba listo? ¿Se sentía completamente preparado para ello?

Su respuesta era clara, a su mente se vino un rotundo "si".

Durante el tiempo que pasó, después de que Joaquín enfermó y él no se despegó ni un momento del castaño, antes y después de la cirujía, se estuvo replanteando esa pregunta.

Amaba a Bondoni, lo amaba muchísimo, pero no iba a volver a hundirse en ese pozo en el cuál se había metido cuándo le dejó.

Quería vivir con Joaquín, tener su relación y ser feliz junto a él, pero ya no dependía de él.

Se había prometido a sí mismo no volver a lastimarse de esa manera.

Lo sentía en su corazón, eso no cambiaba sus sentimientos por el castaño, porque lo adoraba, quería y amaba cómo a nadie, simplemente, había aprendido a separar el amor de su dependencia.

No quería volver a pasar por lo mismo, sentirse muerto en vida, no. No quería sentir ese vacío otra vez; no quería ser esa persona que había sido durante esos años.

— No lo creo. Lo estoy, Annie. — respondió levantando su mirada para conectarla con la de la mujer. — estoy seguro que no quiero volver a sentirme muerto y vacío, no quiero volver a sentirme así, mucho menos lastimar a quiénes me aman.

Asintió sin perder la conexión de miradas que habían creado, buscando algún gesto que le delatara si estaba mintiéndole.

— ¿Que pasaría si Joaquín se vá de tu lado otra vez? — preguntó, porque era necesario hacerlo.

Mordió su labio inferior y ladeó un poco la cabeza.

— Me dolería mucho, sé que lo haría, pero, cómo tú me has dicho una vez, no debemos obligar a una persona a estar con nosotros si así no lo desea. Si Joaquín me llegara a dejar, seguiría con mí vida, por mí y por las personas que han estado a mí lado siempre.

— Es una buena respuesta, creo que no me esperaba que dijeras eso, sin embargo, era lo que quería escucharte decir. Emilio, no debes omitir nada conmigo, ¿Está bien? No significa que no lo ames sólo por decir que no dependes de Joaquín, eso está bien. Aquí debemos dejar algo claro y es que, está bien amar a una persona, no depender de ella, sino de tí mismo. Si quieres compartir tu vida junto a él, si sabes que con él eres feliz, entonces no te omitas nada a tí mismo. Sólo recuerda, primero debes amarte, confiar y creer en tí.

— Amo a mí Joaquín, eso no está en duda, es sólo que si, he podido ver todo desde un punto neutro y hasta ahora puedo decir que he sido un estúpido y un idiota por haberme dejado caer de esa manera.

— No. — negó. — No fuiste un estúpido por sentir lo que sentías, tú estabas enamorado y se desarrolló la dependencia hacía Joaquín, ese fué el verdadero problema porque las relaciones se hacen y deshacen y eso está bien, Joaquín no cometió un crimen al terminar su relación y tú no fuiste un idiota, la mente es muy compleja y nunca sabemos cómo las cosas se pueden llegar a dar. ¿Lo entiendes? Te daré el alta en 2 semanas, Emilio. Sólo 2 semanas más, para terminar de examinar tu comportamiento y verificar que en verdad estás apto para terminar el tratamiento. Ten en cuenta también que has progresado mucho en éstos meses y que has superado muchas cosas. Estoy orgullosa de tí porque no has demostrado una baja en la personalidad, los medicamentos te han ayudado y apenas termine ésta semana, te bajaré la dosis nuevamente, aunque parece que ya no los necesitas. El Emilio que inició el tratamiento no es el mismo que está frente a mí ahora y eso es muy bueno. Has superado cada problema sin inconvenientes.