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No sabía si estaba más sorprendido por el hecho de que después de casi 8 años Joaquín volvía a tocar su mano ó si era porque después de lo mismo el castaño volvía a llamarlo bebé; tal vez era por ambas razones, pero sintió su corazón latir con tanta fuerza que no recordaba la última vez que se sintió así.

Parpadeó con rapidez intentando no largarse a llorar allí nomás y se obligó a dar inhalar con fuerza, no quiso hacer ningún movimiento brusco, pero no pudo decir nada ya que fueron interrumpidos otra vez, se trataban de sus padres acompañados por el doctor.

Bondoni se separó al instante, volviendo a ponerse de pié y alejándose de él cómo si tuviera miedo de que le dijeran algo por estar cerca suyo.

El mayor de los Osorio se vió sorprendido por la presencia del castaño, aún cuándo había sido anticipado de la presencia del chico por su mujer, pero lo disimuló bastante bien con una pequeña sonrisa y su rostro relajado.

— Hola, Joaquín. — saludó con tranquilidad.

El menor se removió nervioso sin levantar la vista, pero ladeó un poco la cabeza asintiendo lentamente en su dirección.

— Hola, señor Osorio. Elyzabeth me avisó que Emilio estaba aquí y quería verlo. — volvió a explicar cómo si tuviera la obligación de hacer aquello para justificarse.

Juan hizo un gesto con su mano.

— No debes explicarme nada y ya nos conocemos hace bastante, puedes decirme Juan, Joaquín. — agregó.

Bondoni levantó un poco la cabeza para verle al rostro sólo unos segundos antes de asentir.

— Necesito un momento para poder chequear que todo esté bien. — informó el médico pidiéndoles silenciosamente que abandonaran la habitación.

Joaquín fué el primero en salir seguido por sus ex suegros, los cuáles se sentaron en las sillas mientras él se quedó de pié a un costado. Niurka miró al castaño, sonriendo y haciendo un gesto para que se sentara a su lado. Con una mueca algo dudosa, lo hizo, se sentó recto, juntando sus manos en su regazo y fijando su vista en las mismas.

— No debes tener vergüenza con nosotros, Joaco. — dijo con dulzura la mujer. — y no debes dar explicaciones por tu presencia aquí, aunque no lo creas, nos hace feliz verte de nuevo.

Ladeó un poco la cabeza y la miró por el borde de sus ojos.

— Yo tenía miedo de que no les cayera bien cómo antes. Sé que he lastimado mucho a Emilio y no debió ser un momento fácil para ustedes, nunca fué mí intención herirlo, tampoco a ustedes. Siento mucho haberlo hecho. — dijo rápido mientras agachaba la cabeza.

— No fué un momento fácil, lo admito. — ésta vez fué Juan quién habló. — Pero jamás sentimos rencor u odio hacía tí, Joaquín. No debes disculparte con nosotros. Y jamás podrías caernos mal, tenemos muchos recuerdos buenos sobre tí.

— Así es, nos hace bien verte por aquí otra vez y sabemos que a nuestro hijo también le hace bien verte. — agregó Niurka. — lo que pasó no fué culpa de ninguno.

Sus ojos ya estaban llorosos, sin embargo limpió sus lágrimas aún con su cabeza gacha.

— Son ustedes muy buenos conmigo y no merezco que lo sean, yo he hecho cosas malas, no soy buena persona.

— Eres una buena persona y jamás hiciste las cosas malintencionadas. — siguió Juan. — no pienses en esas cosas, todo se vá a arreglar.

— Emilio y tú ¿Han vuelto a ser amigos? — cuestionó curiosa la rubia.

¿Can I Hold You Again? // Adaptación Emiliaco - 2° Temp. de ¿Puedo Abrazarte?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora