Se encontraba firmando los últimos documentos para dar el aviso del comienzo de edificación del nuevo proyecto cuándo el celular lo interrumpió. Lo cogió de la mesa y vió el nombre de su mejor amiga en la pantalla; cuándo se fué, lo hizo completamente enfurecido y cegado por el dolor contenido de todos esos años; sabía que toda ésta situación sólo empeoraría su estado, por lo que optó por atender inmediatamente.
— ¿Emilio? ¿Qué pasó? — preguntó echándose sobre el respaldo de su cómodo sillón.
— Estoy tan perdido, Leima. — se alertó al instante cuándo escuchó la voz quebrada del oji-café. — Ni siquiera sé que es lo que hago, estoy muerto, Leima, me siento muerto.
Se asustó, pero trató de sonar calmada para no afectar más al contrario.
— Emilio, tranquilo, hermanito, está todo bien, estarás bien.
Una risa apagada y triste se oyó.
— ¿Estaré bien, Leidy? — cuestionó con ironía. — ¿De verdad crees que estaré bien? ¡Estoy muerto desde hace más de 7 años!
— ¿En donde estás, Mailo? Iré contigo.
— No, no quiero. Quiero estar sólo y ahogarme en mí propia mierda. — hipó. — Extraño a mí bebé. Lo extraño mucho, pero odio a Joaquín.
Estaba siendo ilógico, más de lo que últimamente lo era.
— Emilio, ¿Tomaste tus pastillas? ¿En dónde estás?
Carcajeó fuertemente.
— Las he tomado, por supuesto que sí. Soy un hombre responsable.
— Emilio, dime dónde mierda estás ó juro que voy a matarte.
— ¿Harías eso por mí? Por eso te amo, Leima. Vamos, ven y mátame entonces, de igual manera no tengo nada que perder.
Suspiró, llamando a la paciencia y no descontrolarse.
— Emilio, por favor, dime en dónde estás, ¿Si? No me hagas ésto, me estás asustando.
— Estoy en mí hogar, aunque ya no lo es. Pero me gusta venir aquí y recordar cuándo era feliz y tenía a alguien que me amaba.
Perfecto. Al menos sabía en dónde estaba. Se levantó y tomó sus pertenencias para salir de su despacho y aventurarse a la salida para luego subir a su auto.
— Podrías ser feliz nuevamente si pones de tu parte. Joaquín ha vuelto y-...
— ¡Ya no lo nombres más! ¡Lo odio!
— ¿No dijiste que lo extrañas?
— Lo extraño, pero lo odio. Lo odio por no poder dejar de amarlo. — su voz sonaba cada vez más lenta y pausada.
— Hablaremos tranquilamente, bebé. Espérame allí, ¿Si? Por favor.
— No puedo moverme después de todo. Mí cuerpo está dormido. — suspiró, parecía... Drogado. Demasiado drogado.
Subió rápidamente al auto y arrancó rápidamente luego de poner las manos libres. ¿Acaso Emilio se había empastillado de más? No, eso no.
— Háblame, Mailo. No dejes de hablarme, ¿Si? Dime qué estás haciendo ahora.
— Joaquín...
Entonces todo se quedó en silencio, no se escuchaba nada más.
— Emilio... Emilio, háblame. ¡Emilio!
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¿Can I Hold You Again? // Adaptación Emiliaco - 2° Temp. de ¿Puedo Abrazarte?
Fanfiction"Si lo amas, debes dejarlo ir. Si él realmente te ama, volverá a tí". 《 Después de casi 8 años de su ruptura, en dónde sus caminos se separaron, parecía que todo había terminado. Luego de tanto tiempo, ¿el amor realmente se terminó? Cuándo esa perso...