𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 5

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°Bésame, Hades.°
•E.R.R.L•

Así como la luz no podía huir de la oscuridad, Evangeline empezaba a sentir que no podía huir de Hades Riddle. Lo había intentado, no le hablo durante el tiempo que pudo, no lo miro, no se le acercó.

Pero él seguía ahí, como una sombra en la luz, un animal que quería cazar y devorarla. Lo peor era que Eva tal vez se le permitiera si lo pedía por favor. Siempre estaba a su lado, estaba segura de que él había oído acerca de los aurores y por eso estaba ahí. Siempre sabía todo, como si tuviera ojos y oídos en todas partes.

Con cuidado tomo su mentón y la examino, sus ojos recorrieron su rostro y brazos, buscando alguna marca visible. Examinaron su pecho en donde Eva se había rasguñado en el baño, ni siquiera se había dado cuenta hasta que se vio en el espejo después de que sacaran a Bellatrix de su habitación inconsciente.

Llevaba un camisón de seda blanca, pero no se cubrió aun sabiendo que Hades podía notar sus pechos a través de la suave tela. Como espero, sus dedos pasaron de su mentón a las marcas. 

—¿Quién?

Eva guardó silencio, sabía lo que le preguntaba, pero tenerlo tan cerca la hacía pensar más lento, olía a jabón y colonia. Amaba ese olor.

—Evangeline.

Casi nunca usaba su nombre completo, ni siquiera podía recordar la última vez que la había llamado Evangeline.

—No es tu problema—susurro quitando su mano—no deberías estar aquí.

—¿Quién te hizo la marca en el pecho?

Evangeline decidió ignorarlo y levantarse de la cama para ir a ver a Pánfilo, su única mascota y la única compañía en la gran mansión. 

—¿Quién te dejo entrar aquí?—preguntó sacando al animal para colocarlo en sus manos—no deberías estar aquí. Es mi habitación y no quiero...

Dejo de hablar al notar la mirada en sus ojos, a veces llegaba a preguntarse como el color verde de su iris podía ser tan aterrador. Estaba molesto y eso convertía el hermoso color de sus ojos en una advertencia.

No le asusto, sabía que no estaba molesto con ella, nunca lo había estado en realidad, no de esa manera. Su furia iba dirigida a quien la daño, ¿cómo iba a explicarle que la marca en su pecho se lo hizo ella misma sin notarlo?

¿Eso cambiaría su mirada? 

Su corazón le suplicaba descanso, habían pasado muchas cosas desde que la familia Lestrenge se había unido de nuevo, desde que las palabras de Hades rasgaron su corazón.

Le causaron un dolor que no podía olvidar, siempre había creído que las palabras eran un arma poderosa. Si decías algo hiriente se quedaba para siempre.

Así como cuando los padres juzgaban a sus hijos de pequeños creyendo que después no recordarán.

—Lo hice yo—admitió—no lo había notado.

Y su mirada se suavizó, Eva bajo la mirada a Pánfilo y lo dejó colocarse en su hombro. Se dirigió hacia Hades y tomo su mano. Hace unos meses ella se abría levantado de su sueño, no por las pesadillas, sino por la calidez del cuerpo alado de ella.

Extrañaba eso, su cama se sentía tan fría. Con cuidado lo dirigió fuera de la habitación, todos estaban demasiado enfocados en Bellatrix y su misteriosa enfermedad, Eva sabía que Hades tenía algo que ver. No le gustaba que la maltrataran.

Eso le dibujaba una sonrisa tonta en el rostro, debía estar algo mal de la cabeza, por qué a una persona normal no le gustaría que él fuera por ahí lastimando gente solo por qué la trataron mal.

𝖥𝖺𝗆𝗂𝗅𝗒 𝖫𝗂𝗇𝖾 | 𝖦𝗈𝗅𝖽𝖾𝗇 𝗍𝗋𝗂𝗈 𝖾𝗋𝖺 ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora