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Narrador.

Después de un tiempo sentada en el tronco pensando en alguien. (Jane)

Max decidió levantarse e irse a la tienda de campaña, no iría a cenar, no estaba dispuesta a nada.

Debía pensar seriamente en lo que pasaba con Jane, debía sentirse segura de lo que sentía y ahora necesitaba estar sola pero era imposible con Jane durmiendo a su lado.

Luna le había dejado muchas dudas y también muy nerviosa, quizá formaría una amistad con ella o quizá no.

Fue caminando indispuesta a su tienda deseando no encontrarse a Jane en el camino, ya se hacía muy tarde y tenía sueño.

Solo quedaban dos días para irse, ya era Jueves y se sentía igual que todos los otros días.

La semana paso tan rápido y sintió que no había echo nada productivo en el campamento, solo pelear con Jane y hablar un rato con sus amigas.

Su cabeza daba vueltas, literalmente, porque cuando iba de regreso se tambaleaba casi como si estuviera alcoholizada.

Llegó finalmente y observó a Jane que también llegaba a la tienda, Jane la volteó a mirar y rodó los ojos con una apariencia cansada.

Max no mostró expresión alguna pues también estaba cansada.

Entro a la tienda y ni siquiera se cambió, Jane debía cambiarse pero al parecer no le importo que Max estuviera allí.

En realidad si le importaba pero había empezado a llover y no queria que Max se mojara.

—Mayfield.— llamo Jane.

—¿Mm?— respondió Max.

—Me cambiaré, no... No voltees o te cortaré el cuello mientras duermes.— amenazó la castaña.

—Pfff.— Max se rió por lo bajo, —No te observare, lo juro— hablo con un tono burlón.

Max se volteo nuevamente y Jane se quitó los zapatos y seguidamente las medias.

Max estaba ansiosa y nerviosa, quería voltear pero violaria la privacidad de Jane.

Su mente le jugó una mala pasada imaginandose a Jane sin camisa, Max se preguntaba porque llegaba a esta etapa hormonal.

¿Simplemente no se la podía saltar? Odiaba esa parte de ella porque le hacía pensar cosas raras, muy raras...

Finalmente dejo estos pensamientos de lado y respeto la privacidad de Jane, a ella no le gustaría que la vieran en sostén o peor, en ropa interior.

Cerro los ojos conteniendose y rápidamente escucho a Jane decir “listo” anunciandole que ya podía observar al otro lado

—¿No te cambiarás?— preguntó Jane.

—No.— Su respuesta se escuchó fría pero al parecer no le importo a Jane.

Después de un rato solo se durmieron y no se dirigieron la palabra en toda la noche.

(...)

Al otro día Max se despertó sorprendida por un brazo en su cintura, que porsupuesto era de Jane Hopper.

Enemies To Lovers ; ElmaxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora