Sofía Pov
Estaba por entrar a la oficina de Becky, como todos los días lo hacía pero una conversación me llamó la atención y me quedé detrás de la puerta a escuchar lo que decían.
— Entonces quien es la mujer que tiene a mi hija en la luna.
— Es alguien prohibido papá.
— Becky, ¿Porque lo dices? A ella no le gustas o qué pasa hija.
— No es eso papá, creo que ella también siente lo mismo que yo solo que lo nuestro no puede ser.
— Sigue.
— Es casada papá.
— Papá se que no me educaste así y tal vez te decepcione pero las cosas se dieron así fue algo que no pude evitar, desde que la vi sentí una atracción como jamás la había sentido por otra mujer y continué viéndola pero no pensé que me iba a enamorar.
— Estos meses estuviste acostandote con una mujer casada.
— No estoy molesto ni decepcionado de ti hija, hay personas que buscan a alguien porque sienten la necesidad de ser amado cuando el matrimonio no funciona, aveces cuando nos casamos con la persona incorrecta la llama de la pasión se apaga más rápido y es por eso que buscamos esa pasión en otra y lo que empieza por una locura, puede convertirse en lo mejor de tu vida.
— Tu crees que ella puede ser mi futuro más adelante.
— Si ella siente lo mismo que tú, tal vez no solo sea tu futuro puede ser hasta tu verdadero amor... y como se llama la mujer prohibida.
— Freen Sarocha.
Quedé en shock cuando escuché ese nombre, la mujer de Heng se está acostado con la sexy Becky Armstrong sabía que esa perra no tenía nada de inocente.
Después de escuchar esa conversación cuando Becky salió la seguí y cuando estaba con Freen le tiré algunas fotos.
Y estos meses me le estuve insinuando a Becky y solo me rechazaba ahora veo por qué debo admitir que estoy celosa, primero Heng que no le quiere dar el divorcio y ahora la persona que me llama la atención para llevar a mi cama también se acuesta con ella, esto no se va a quedar así.
¡Esta vez Freen no se va a quedar con la persona que quiero, ella va a ser mía solo mía!
Necesito hablar con Heng, tomó el teléfono y le envié un mensaje.
— ¿Dónde estás?
— Importa — Responde.
— Es sobre tu querida esposa tengo algo que contarte.
— Bien estoy en mi departamento ven rápido.
Tome mis cosas y fui a su apartamento, tocó la puerta y me recibe con pantalones pero sin camisa.
— Dime que tiene, Freen le pasó algo o que — Dice serio.
— ¿Te preocupa acaso?
— No me da igual y la mocosa de Laura también.
— Entonces porque no la dejas de una vez.
— Porque no me da la gana, no se va a deshacer fácil de mí ahora habla que no tengo tiempo.
— Tu esposa te engaña.
— Jajaja por favor, tan desesperada estás para que la deje — Dijo con burla.
— ¿Quieres pruebas? — No respondió y saqué las fotos y se las di — Míralo por ti mismo.
El comenzó a mirar las fotos y su rostro cambió y arrugó las fotos.
— ¡De Dónde mierda, sacaste esto! ¡Dimeee! — Gritó.
— Escuché hablar a Becky con su padre, mientras le confesaba que estaba enamorada de tu mujer, luego la seguí y ahí están las pruebas también te pegaron el cuerno — Dije sonriendo.
— A mi nadie me engaña, nadie Freen me las va a pagar — Se vistió tomó el arma y salió furioso.
Heng Pov
¡Maldita Freen!
Llegué a casa de Nam y empecé a tocar la puerta con fuerza.
— ¿Qué mierda haces aquí? — Preguntó Nam la agarre y la empuje contra la pared.
— ¡Quítate puta dónde mierda está Freen! — Grite — ¡Respóndeme! — Dije mientras la ahorcaba.
— ¡Heng suéltala, la estás asfixiando! — Dijo Freen agarrando mi brazo.
— ¡Dónde está Laura!
— Está acostada — Dijo asustada.
— ¡Pues ve por ella que nos vamos a casa!
— Tu no te la vas a llevar — Me dijo Nam.
— Y quien mierda te crees tú para darme órdenes a mí Freen es mi mujer y Laura es mi hija tengo todo el derecho.
— Te llevas a Freen de aquí y te denuncio porque eres un puto enfermo machista.
— Estoy harto de ti, jamás te soporte no quiero que te acerques ni a mi mujer ni a mi hija.
— Me estás amenazando.
— Hablas mucho y me duele la cabeza de escuchar tu voz — No lo pensé dos veces y le disparé, oí el grito de Freen y Laura pero me dio igual, luego arrastre a Freen y a Laura a mi auto y las lleve a casa.
Freen no paraba de gritarme asesino mientras Laura lloraba.
— Estas loco eres un enfermo — Decía Freen llorando llegamos a casa y cerré la puerta tome a Laura y le metí en su cuarto.
— Heng déjala a ella no la toques — Decía Freen detrás de mi no le hice caso y la cerré con llave.
Tome a Freen de sus cabellos y la lleve a nuestra habitación y la tiré a la cama.
— Te voy a enseñar a respetarme y con esto no volverás a engañarme, que creías que no me iba a enterar que te acostabas con la hija de Rafael a mi nadie me engaña.
— Heng no hagas esto por favor, Heng no — Decía llorando.
Empecé a romperle la ropa dejándola desnuda.
— Cállate y colabora.
— Heng por favor no lo hagas — Lloraba más.
— Que te quedes quieta puta — Dije dándole golpes en la cara, la puse en cuatro y amordace sus brazos y la embestí de golpe haciéndola gritar.
— ¡Para, para por favor! — Decía llorando yo la seguía embistiendo más, si se movía la golpeaba.
— Así te gusta, eh así te lo hace ella para que aprendas que solo eres mía, eres mi mujer solo yo te puedo tocar — Dije dándole las últimas embestidas y viniéndome dentro de ella.
Salí de ella y me vestí.
— Escúchame Freen quiero que termines lo que tengas con esa mujer, por que ya has visto de lo que soy capaz, si no te alejas de tu adorada amante la va a pagar muy caro con su vida. Si me entero que quieres verla a escondidas también paga tu hija me da igual que sea mi hija ya no la quiero.
Me fui de la casa tome mi coche y fui a mi departamento.
