CAPÍTULO O7

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Walker salió del apartamento compartido, guardando su propia llave en su bolsillo y comenzando a bajar las escaleras hasta llegar a la planta baja.

Saludó al portero, al verlo ya despierto y trapeando el piso y le hizo una seña hasta al ascensor—. Debo usar el subsuelo.

El portero asintió levemente y se acercó con lentitud hasta donde Walker estaba, al borde de las escaleras en dónde el ascensor se asomaba, el hombre mayor abrió la puerta del ascensor y debajo de todos los botones que daban a los pisos, colocó una llave y la giró, dejando que un pequeño botón más aparezca, el que daba al subsuelo.

—Muchas gracias. —asintió Walker, observando como el portero guardaba la llave y lo dejaba entrar al ascensor, cerrándole la puerta cuando Walker estuvo dentro.

El ruido metálico del ascensor moviéndose hacia abajo llenó todos los sentidos de Walker, quién bostezó una vez más e intentó apartar todo recuerdo que su mente seguía volviendo a traer para atormentarlo.

Cuando la puerta del ascensor se abrió, Walker siguió uno de los largos pasillos, sabiendo prácticamente el lugar de memoria y en dónde se encontraba la caja fuerte que estaba buscando.

En edificios como este, que fueron ree-construidos después de que algún desastre natural los haya destrozado, se creaban pequeños bunkers en el subsuelo, para intentar impedir los destrozos nuevamente.

Entre tanto, mientras ningún accidente natural suceda funcionaban como pequeñas habitaciones con cajas de seguridad para cada inquilino que tenga una buena relación con el portero.

Situación de Walker, y situación que Shane nunca podría tener.

Al llegar a la caja fuerte, Walker sacó otra llave, aquella que tenía bien escondida múltiples armas que Walker se había estado robando del arsenal de la estación de policía.

Eran diecinueve armas en total, con al menos unos buenos pares de cargadores y municiones para cada uno, contó mentalmente que todavía le faltaban al menos seis más para cumplir su parte del trato.

Bueno, ciertamente, cuando Walker había mencionado que consiguió el trabajo gracias a Shane... No era del todo cierto.

En momentos como ese, cuando Walker hacía tratos con las personas incorrectas a cambio de favores y esas personas incorrectas resultaron ser unos malditos mafiosos, Walker se alegraba de que su familia se encuentre viviendo lejos de él.

Lo suficientemente lejos como para que no sepan en cuántos líos estaba realmente Walker metidos.

Desde Georgia a Washington DC había un largo camino, Walker se aliviaba de que en los teléfonos no sea tan sencillo saber si él estaba mintiendo o no.

Okay, entonces Walker estaba desesperado y no quería que Shane se le vuelva a reír en la cara por pedirle que le ayude con su puntería, sabía que Shane le enseñaría al final, pero se burlaría en todo el proceso y Walker no estaba preparado para eso.

Así que fue al lugar más oscuro a las afueras de Georgia, en dónde sabía que uno de los mejores tiradores del pueblo se encontraban y le preguntó a ver si podía enseñarle a Walker a tener mejor puntería.

El tipo aceptó, y también... Amenazó de muerte a toda la familia de Walker si él no lograba conseguir todas las armas que pueda quitarle a la estación de policías.

Bueno, ¿Como Walker podría haber imaginado eso? No fue su culpa, en todo caso era Shane, por un ser un idiota poco confiable al que no le pedirías un vaso de agua en el desierto porque sabes que se te reirá en la cara.

¿Fue infantil culpar a otros por sus propios problemas? Sí, lo fue. Pero... ¿De quién era la culpa una vez más? Pues de Shane, obviamente.

LET ME GET WHAT I WANT ✧  Rick GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora