CAPÍTULO 16

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Y Walker volvió a disparar.

Dos tiros, uno en cada pie para inmovilizarlo, solo quería detenerlo porque el maldito había salido corriendo hasta él como un kamikaze.

—Oye... ¿qué carajos? —preguntó Walker, agachándose sobre el tipo que había caído por el impacto sobre el cesped bien cuidado del jardín.

Su madre iba a regañarlo, eso era mucha sangre en su jardín.

Walker se agachó para voltear al tipo que estaba gruñendo y gorgoteando, el sonido era asqueroso justo como el olor del tipo, pero Walker no hizo más que arrugar la nariz y esperar una respuesta.

Sabía que debía llamar a un médico, el tipo ya parecía lo suficientemente herido cuándo se lo encontró en su jardín, su rostro desfigurado tal vez por los golpes de un tercero.

En su mente un torbellino de pensamientos, Walker no sabía en cuál de ellos enfocarse, el tipo volvió a gruñir y cuando Walker lo volteó solo pudo ver unos ojos grises que lo hicieron sobresaltar.

—Mierda. —murmuró, dando un paso hacia atrás, sintiendo como su respiración se había atorado—. Definitivamente no estás bien.

Pero aún así, como si aquél hombre no siguiera las reglas básicas de cualquier ser humano, el tipo logró ponerse de pie una vez más, con todo y dos disparos y se abalanzó hacía Walker, quién cubrió su rostro con ambos brazos y dejó caer el arma al césped por la sorpresa.

—¡Hey, hey! —gritó, pateando al tipo para intentar apartarlo, pero aún herido en todos los sitios posibles logró darle buena pelea, era más fuerte de lo que Walker había creído en un primer momento.

Walker cayó al suelo, el tipo sobre él, chasqueaba sus dientes como si quisiera morder algo, ¿Qué es, un maldito caníbal? No pudo evitar pensar Walker.

Justo en esos momentos el tipo mordió su brazo, o más bien el cuero de su chaqueta, Walker arrugó la nariz con asco y frunció el ceño, estirando su otro brazo para alcanzar su arma, pero el tipo logró tomar su otro brazo.

—Mierda, mierda.

La desesperación comenzó a correr el torrente sanguíneo de Walker, intentó patear al tipo lejos con todas sus fuerzas, pero sólo logró escuchar como un hueso se quebraba, pero el tipo inmóvil sobre él, masticando el cuero de su chaqueta.

—¿¡Qué carajos!? —una voz preguntó gravemente, era George, su padre.

—¡Papá el arma! ¡El arma!

Su padre no gastó tiempo en comenzar a hacer preguntas ridículas como ¿quién es ese tipo y por qué hay tanta sangre en el jardín? y en cambio siguió rápidamente las instrucciones de Walker, tomando el arma que se encontraba a un par de metros de ellos.

Walker gruñó, logró soltarse del agarre del tipo en su brazo y lo tomó por la camisa para inclinarlo hacia arriba, todo lo posible.

Y entonces, su padre disparó. Justo en el cráneo.

El tipo finalmente dejó de moverse, Walker soltó un suspiro angustiado.

—¿Qué carajos era eso? —se quejó Walker, levantándose con la ayuda de su padre que le había extendido la mano.

—Vimos muchas de esas cosas de camino a casa... —susurró Jane, ella y Melissa, su madre, se encontraban paradas en la puerta mirando todo angustiadas.

—¿Esas cosas? No son cosas son... —Walker desvió su vista hacía el tipo muerto que había querido morderlo—. ¿Personas...?

—No estaría tan seguro de ello. Vimos algunas personas muy enfermas cuándo estuvimos en el hospital con Jane internada... Estaban muertos en un segundo y al otro vivos una vez más, pero así. Justo como este de aquí. —señaló su padre, con el arma.

—¿Te mordió, Walk? —preguntó Jane acercándose hasta él, pero entonces otro nuevo gruñido se escuchó, justo como el que hacía aquel tipo antes de dormir—. ¡¡Papá cuidado!!

Walker se quedó estático, observando cómo desde la valla destruida y hasta su padre había varias personas con ojos grises y ensangrentados.

Y uno de ellos... Estaba mordiendo el hombro de su padre.

LET ME GET WHAT I WANT ✧  Rick GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora