Hace pocas horas llegamos a parís, donde los chicos harán el inicio de su gira por casi toda Europa, el viaje fue agotador, muy largo, no tanto como de Los Ángeles a corea pero su largo, en este momento estamos en la habitación Tom y yo, ambos viendo una película rodeados de comida chatarra.—Amor, en el concierto de mañana haré pública nuestra relación.—Exclamó de la nada, levantando su cabeza para conectar sus ojos con los míos.
—Estas seguro que es buena idea.—Pregunto algo preocupada, tal vez hacer nuestras "relación" pública nos traería problemas, en especial a mi, las chicas que gustan de Tom me detestarían, tal vez todos sus fans me odien, no quiero eso, arruinaría el plan que tengo conmigo misma.
—Claro que es buena idea, estoy segurísimo que es buena idea.—Lentamente agache mi cabeza, en verdad no quiero.—Todo estará bien, todos te amarán tanto como yo lo hago.
—Y si no me aman, tal vez me detesten y tenga que terminar contigo por problemas que provoquen ellos.—La verdad terminar nuestra relación seria como un paso grande para mi venganza.
—Claro que no, ellos te amarán, y si no lo hacen renunciaré a la banda y me quedaré contigo toda la vida.
—No lo se Tom, me da miedo.—Apreté mis labios formando una línea en ellos.
—Ya veraz como te amarán.—Dejó un corto beso en mi labios, sonrió y volvió acostarse, teniendo mejor vista a la pantalla.
La verdad esto me asusta pero no me preocupa, me preocupa mi hermano, estoy muy preocupada por el, no sé cómo terminará todo esto, sus palabras me dan miedo, me da miedo su historia, todo, todo me da miedo.
Al día siguiente
—Te amo.—Beso mis labios.—A nomas termine vendré por ti eh iremos al hospital.
—Esta bien, te amo niño.—Acaricié su mentón.
—Yo también te amo niña.—Beso mi mejilla y salió de la habitación.
Su entrevista comienza dentro de poco, e insiste con ir al hospital, hay Dios mío, no sé qué hacer, !porque te tenías que meter Gustav!
Me acerque al sofá y encendí la tele, la verdad habían variedad de películas por ver, pero ninguna me tramo, en la mañana Tom había salido, y me trajo una bolsa de dulces y chocolates, de verdad no saben cuanto se me complica la vida, trato de no enamorarme pero esque es encantador.
Mi teléfono comenzó a vibrar, rápidamente lo tomé viendo el nombre de Esteban en la pantalla. Obviamente respondí.
—Megan, por fin respondes, llevo horas intentando marcarte.—Dice el al yo responder.
—Que pasó, porque tan agitado.—Hable segundos después saliendo al mirador, recibiendo la cálida brisa de la mañana, el hotel tiene vista a la torre Eiffel.
—Hace días Nicolás desapareció, estaba muy asustado, anoche tenia planeado ir a la policía e informar su desaparición, cuando iba saliendo de mi casa una camioneta se atravesó, de allí se bajaron dos hombres, corrí pero me alcanzaron, taparon mi rostro y me subieron a la camioneta, y adivina donde estoy.—Hablo algo asustado pero a la mes emocionado.
—Ay por Dios Esteban estas bien, dime dónde estás iré por ti ya mismo, solo espera no cuelgu-.—El me interrumpió.
—No meg estoy de maravilla, Nicolás mando por mi, estuvimos toda la madrugada hablando, me contó su mierda de historia, y me dijo que ahora tiene planeado matar un tal Edgar para el convertirse en el mejor mafioso de Los Ángeles, no es genial.—Rio.