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M E G A N

Mi relación con Tom ah progresado mucho, ahora que nuestra relación se hizo pública han llegado muchos regalos a mi habitación de hotel, las fans de los chicos son hermosas, me han mando algunas fotos de Tom cuando era pequeño, chocolates, peluches, cartas, son preciosas.

De vez en cuando Tom y yo aparecemos en periódicos cuando salimos juntos a la calle, de vez en cuando recibo malos comentarios, pero Tom se encarga de ello, algo que les diré de Tom, es súper celoso, ayer íbamos al súper y el cajero se quedó mirando, me extendió el recibo de las compras y Tom pensó que era su número, y lo maldeció, aveces las cosas se salen de control, pero nada que no se pueda resolver.

Por otro lado tendré que volver a Los Ángeles antes de tiempo, Tom aún no sabe y no sé cómo decirle.

En este momento nos encontramos cenando en la torre Eiffel, ósea todos los chicos y yo, esta cuidad es perfecta de noche, mañana viajamos a Berlín, la cuidad donde los chicos crecieron, están nerviosos, Tom dice que ese lugar no le trae buenos recuerdos, pero no me dijo él porque.

—No estúpida lo haces mal.—Georg me quito el teléfono, estábamos jugando su juego favorito, candy crash, es muy difícil.

—Es que tu no me explicas, y no soy adivina.—Me queje.

—Este juego no necesita explicación es muy fácil.—Dijo.

—Ay ya no juego.—Rodé los ojos.

Me encuentro a un lado de Georg, Bill y Gustav enfrente y Tom en la cabecera de la mesa, arriba de mi, no sé cómo decirlo.

Tom tomó mi mano y la beso, yo sonreí al sentir su tacto.

—No quiero llegar a Berlín mañana.—Se quejó Bill dejando caer su cabeza sobre el hombro de Gustav.

—Ninguno de nosotros quiere, pero lo bueno viene después de la gira Billy.—Dijo Gustav acariciando la cabeza de Bill.

—Deberíamos ir a Disney.—Comentó Tom.—Imagínate tú y yo en Disney, sería genial.—Dijo, yo sonreí, él lo hizo también.

—Yo quiero Hawái.—Exclamó Bill.

—Está mejor Río de Janeiro.—Ahora hablo Georg sin despegar sus ojos de la pantalla.

—Claro que no, está mejor Cancún.—Protestó Gustav.

—Haremos una votación, el lugar con más votos será sus vacaciones.—Hable en alto, para callarlos a todos.

—Sus?—Tom me miro yo asentí.—Nonono, nuestras.—Señaló a todos también a mi.

—Hay no, suficiente con venir a la gira, no quiero parecer una molestia Tom.

—No lo eres mi amor, ya te dije que si tú no vas yo no voy.—Se cruzó de brazos.

Ahora como le digo que tengo que volver a Los Ángeles.

—Tom...–Ladee mi cabeza.

—Porfavor nena.—Beso mi mano.

—Ay si megan, ve porfavor, nadie aguanta a Tom como lo haces tú.—Ahora hablo Bill.

—Está bien.—El sonrió y beso mis labios.

Tal vez sea como una forma de pagar el tiempo que no estaré con el.

Al salir de allí los chicos se fueron al hotel, Tom y yo quisimos quedarnos a disfrutar de la torre Eiffel ya mañana nos vamos y casi no compartimos tiempo juntos.

—Que hermosa se ve de noche.—Exclamó Tom refiriéndose a la torre.

—Lo es...—Ambos la observábamos atentamente, en verdad es hermosa.

Rogar || TOM KAULITZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora