MARTINDolor de cabeza, ganas de vomitar, mareo. Es todo lo que siento cuando abro los ojos. Estoy en mi habitación, la ventana está abierta de par en par y entra un frío espantoso por ella. Me levanto a cerrarla , pero no sin marearme. Joder, menuda resaca.
Decido que no voy a desayunar, como ingiera algo tengo muy claro que voy a potar.
Antes de tumbarme en la cama voy al baño a lavarme los dientes, me sabe aún la boca a alcohol. Me encuentro con Juanjo en el pasillo.
-Buenos días Juanji.-le digo, alegremente. Lo de ayer pudo haber sido un paso muy grande.
Pero para mi sorpresa, no recibo ninguna respuesta por su parte, ni siquiera me mira, sigue su camino hacia el salón, como si yo fuera invisible.
¿Qué cojones le pasa ahora?
Me meto en mi habitación, busco mi móvil. Lo encuentro en el bolsillo de la chaqueta que llevaba ayer. No hay nada interesante, algún que otro mensaje de mi madre, dos audios de Ruslana y un mensaje de mi productor, que dice textualmente "Martin, llamanos en cuanto puedas"
Me levanto de un salto, me cruzo media casa corriendo, bajo la mirada atenta de Bea y Álvaro, y esta vez también de Juanjo y me meto en la terraza.
Pulso el botón de llamar, me pego el móvil a la oreja y espero la respuesta al otro lado.
-Martin, ¿qué tal?- me pregunta Jaime, mi productor.
-Hola Jaime, bien, adaptándome a Zaragoza.- le respondo.
-¿Cómo llevas la composición?
Mierda. La canción. No tengo nada.
-Bien.- miento- En un par de semanas la tienes en el estudio lista para salir.- sigo.
-Espero que así sea, tenemos a mucha gente esperando para entrar en la compañía, y Martin no me gustaría desaprovechar un talento como el tuyo, y está claro que tu tampoco quieres desaprovechar esta oportunidad ¿no?
-Claro que no, por eso me mudé aquí. - le recuerdo.
-Solo quiero decirte que la compañía me está metiendo prisa, y no es por meterte presión, pero el tiempo vuela. Necesito la canción en dos semanas, justas, ni un día más ni un día menos. Si no puede que barajamos la idea de ocupar tu plaza por otra persona.
Y de repente siento como el mundo se me cae encima.
-Allí la tendrás, te lo prometo.- digo, y cuelgo, antes de que las lágrimas empiecen a salir.
Salgo de la terraza y vuelvo a recorrer toda la casa, con la mirada de mis compañeros de piso posada en mi, pero sin la de Juanjo, que parece haberse marchado en mi ausencia.
Me encierro en mi habitación, y de un momento a otro, "this is me trying" de Taylor Swift empieza a sonar. Me tumbo bocarriba en la cama, mirando al techo, y noto el calor de las lágrimas resbalar por mis mejillas. Mi sueño está prácticamente perdido. Me duele el pecho.
Escucho que llaman a la puerta, pero no contesto. Insisten. La puerta se abre.
-¿Estás bien?- pregunta Bea, desde fuera.
-Está claro que no.- responde Álvaro, la aparta, y entra para sentarse en mi cama.
Bea le copia el gesto.
-Cuéntanos, ¿ha pasado algo con Juanjo? - es lo primero que Bea pregunta.
Me seco las lágrimas.
-No, bueno sí, pero no es por eso.- respondo sinceramente. Ambos se miran y luego me miran a mí, en señal de que me están escuchando.
Tomo aire y lo suelto todo.
-He venido aquí para cumplir mi sueño, el sueño de vivir de la música, me contrató una compañía famosísima, y vine aquí para estar más cerca de ellos. Necesitan música para la semana que viene, pero no tengo nada, me han alargado el plazo hasta dentro de dos semanas, y ya están pensando en echarme si no lo cumplo.- les digo, y las lágrimas vuelven a salir sin control.
-Tranquilo Martin.- me dice Bea, cogiéndome de la mano.
Le sonrío.
-¿Y lo de Juanjo?- se interesa Álvaro.
-No sé, joder. Ayer casi me besa en el bar de Kiki, pero se arrepintió, y ahora me está ignorando.
-Me debes cinco pavos.- le dice Álvaro a Bea. Nunca entiendo a esta gente.
-¿Os habíais apostado pasta a que me gustaba Juanjo?- pregunto, sonriendo.
-No, a que Juanjo te iba a besar.- me corrige Álvaro. -¿Te gusta Juanjo? - me pregunta serio.
-Sí.
-Me debes una cena.-le dice Bea a Álvaro.
Joder no sabía que mi vida era una máquina de hacer dinero. Me río.
-A ver Martin.-empieza Bea.- Tema música, intenta escribir, busca algo que te inspire, otros cantantes, algún lugar, alguna cosa en concreto, una persona, Juanjo por ejemplo , ya sabes a lo que me refiero.- se ríe. - Tema Juanjo, no sé, me apostaría lo que fuera a que va a volver a estar como antes. A pesar de todo sois mejores amigos, y vives en su misma casa. No te puede ignorar toda la vida.
-No os apostéis nada más por favor.- Bromeo.
Los tres reímos.
-Gracias por escucharme chicos, voy a intentar componer.
-Te dejamos tranquilo, cualquier cosa ya sabes donde encontrarnos.- Y se van los dos, en pack, como siempre, cerrando la puerta tras ellos, y dejándome solo en mi habitación, con mis pensamientos y su nombre en la cabeza.
Llevo un par de horas intentando escribir algo bueno, encima de la cama hay miles de papeles arrugados. Me estoy empezando a agobiar muchísimo.
Alguien abre la puerta de golpe.
-Que manía con dejar las puertas cerradas en esta casa, joder.- entra Juanjo, bastante irritado, algo que nunca me sorprende.
-¿Quieres algo?- le digo.
-Que te fumes un cigarro conmigo.