MARTINMe despierto en mi habitación a eso de las 2 de la tarde, anoche la cosa se alargó más de lo esperado y terminamos viendo la serie de una sentada.
Me revuelvo entre las sábanas de mi cama antes de soltar un bostezo y escucho risas que provienen de fuera de la habitación
Me miro al espejo antes de salir para peinarme un poco y entonces lo veo, llevo la sudadera de Juanjo. No puedo evitar sonreír. Sacudo la cabeza para que se me vaya la sonrisita tonta.
Salgo de la habitación mirando al suelo cuando alguien choca contra mi.
-Me cago en la puta- dice un Juanjo medio dormido, parece que alguien no se ha levantado de muy buen humor.
-Buenos días a ti también, maitea .- le contesto. Y noto como algo se remueve dentro de mi y como mi corazón se para por un momento.
Juanjo me mira, sonríe y se mete en el baño.
Avanzo hacia la cocina sin que se me desvanezca la sonrisa, las risas de Álvaro y Bea se escuchan muy cerca, están hablando de algo muy bajito, pero logro escucharles.
-Van a acabar liados,acuérdate de mi. - escucho decir a Bea.
Álvaro ríe.
-Nunca había visto a Juanjo así, te lo prometo.- responde su amigo.
Entro en la cocina. No consigo pillar nada más, ya que acto seguido ambos se callan.
-Buenos días Martin.-me dice Álvaro.- Hoy celebramos tu bienvenida ¿no?
Me giro a sonreírle y continuo haciéndome el café.
-Vamos a ir al club de nuestra amiga Chiara, así te la presentamos también, es maravillosa, seguro que os lleváis genial.- sigue Bea.
Voy a hablar, pero justo en ese momento aparece Juanjo sin camiseta en la cocina.
Lo intento evitar, pero mis ojos van directos a su torso desnudo y no puedo evitar ponerme de los nervios. Me giro rápidamente antes de que sus ojos encuentren los míos y sigo haciéndome el café.
-Juanjo ¿quieres café?- le pregunto para disimular.
-Yo lo que quiero es un ron cola. Hoy salimos. - me responde.
Todos reímos. Este chico me saca de mis casillas.
Me siento en la mesa de la cocina con Álvaro y Bea a tomarme el café e intento no mirar mucho a Juanjo, que sigue sin camiseta en medio de la habitación, sin hacer nada más que mirar.
-¿Esa sudadera no es tuya, Juanjo?- pregunta Bea, señalándome.
Álvaro se empieza a reír y Bea se une. No estoy entendiendo nada.
-Es suya.- responde tajante. - Voy a ir a ver a Blanca, luego nos vemos. - Y se va.
Algo dentro de mi pecho se apodera de mi. Me froto con la mano.
-¿Quién es Blanca?- me atrevo a preguntar.
-Uno de sus ligues.
No aguanto más en esa habitación, quiero salir, quiero gritar.
Me bebo el café de un sorbo, me despido de mis compañeros de piso, me quito la sudadera de Juanjo, cojo mis cascos y salgo a la calle.
Taylor Swift empieza a sonar en mis cascos. Intento no pensar en nada. Pero entonces, cuando empieza esa canción, y Taylor pronuncia esas palabras " Sometimes I wonder, when you sleep
Are you ever dreaming of me?
Sometimes when I look into your eyes
I pretend you're mine all the damn time "
y solo puedo pensar en él.
Enciendo el móvil, me meto en el chat de Ruslana y escribo un mensaje que decido comenzar con la palabra "creo" aunque la borro, porque no es algo que yo crea, es algo que se. "Me estoy pillando de Juanjo"
Me suena su llamada solo unos minutos después.
-Dime que le has comido la boca- pregunta mi amiga.
-Todo lo contrario, estoy perdido, es el segundo día aquí y ya no puedo más, tiene novia.- le digo.
Se escucha silencio por su parte, debe de estar tan impresionada como yo.
-Martin no está todo perdido, quizá le da miedo.- me tranquiliza.
-Hoy nos vamos de fiesta.- le respondo.
-Actúa.- me dice, y se ríe acto seguido.
Tengo un propósito, y Ruslana lo sabe hasta mejor que yo.
(....)
Es tarde cuando escucho que Juanjo llega, serían alrededor de las 8 de la noche. Lo escucho coger algo de la cocina, seguro que tiene hambre.
Escucho unos golpecitos en mi puerta. No respondo. La puerta se abre. Juanjo entra con una camisa blanca desabrochada y se queda mirándome a los ojos fijamente.
Entonces lo escucho una y otra vez en mi mente "Sometimes when I look into your eyes I pretend you're mine all the damn time". Joder.
-Nos vamos, ¿estás?- consigue decir tras un rato.
Me levanto y salgo de la habitación, él me copia el gesto.
Llegamos al local de Chiara y yo lo primero que hago es pedirme un cubata, porque aunque no me guste beber, hoy mi cabeza y mi corazón lo necesitan.
Estamos bailando en grupo cuando Juanjo se mete en medio del círculo y baila él solo, delante de todos. Me mira mientras lo hace. Y yo le miro a él. Entonces me coge del brazo, tira de mi y quedamos ambos en el centro, muy cerca, bailando.
Siento que el corazón se me va a salir del pecho. Quedamos cara a cara, y no puedo evitar mirarle a los labios, él hace lo mismo.
Alguien nos separa. Mierda.
-Martin esta es Chiara.- me dice Álvaro.
Mierda otra vez.
-Encantada, soy Chiara pero me puedes llamar Kiki.- me abraza enérgica, a saber cuantos cubatas lleva.
-Martin, encantado. - le digo mientras le correspondo al abrazo.
-Te invito a una copa.- me dice la morena. Asiento.
La sigo hasta la barra, pero antes me giro y veo a Juanjo irse.
No sé cómo me las apaño, pero acabo bailando con un grupo de desconocidos.
Un chico se me acerca y bailamos.
De repente todo es euforia.
-Eres muy guapo. - me dice al oído.
Sonrío de lado.
-Tu también.- le respondo.
Me agarra por la cintura. Me mira a los labios y se acerca a mi lentamente. Y joder, por un momento quiero hacerlo. Pero algo me lo impide.
-Martin ¿que cojones haces? - me grita Juanjo, parece enfadado, y borracho.
El chico me mira mal, y se marcha.
He llegado a mi punto de mareo, y también me estoy empezando a cabrear.
-¿Qué cojones haces tú, Juanjo?- le grito yo.
-Te ibas a besar con ese tío.
-¿Igual lo iba a hacer por que quería hacerlo? - respondo.
-¿Querías besarle?- pregunta, acortando distancias por alguna razón que no comprendo.
-Sí, tal vez, no sé. - empiezo a ponerme nervioso, me noto el corazón en el pecho.
Juanjo me mira a los labios. Le imito.
Me acerco más. Le pongo una mano en el pecho.
-Menos mal que no lo has hecho.- dice, con una sonrisa pícara.
-¿Que está pasando Juanjo? - le pregunto.
- No lo sé. - se confiesa.
Empieza a sonar "Die for you" de The Weeknd y por un momento todo el mundo desparece, solo estamos Juanjo, la música y yo.
Se acerca más a mi. Quiere hacerlo. No puede dejar de mirarme a los labios. Yo tampoco puedo quitar mi mirada de los suyos. Me está volviendo completamente loco.
-Esto no está bien, vamonos a casa.- suelta, se separa de mi y se va.
El maldito Juanjo Bona va a conseguir matarme algún día de estos, y yo estoy perdiendo la cabeza por él.