-7- Seven

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MARTIN

Estoy sentado en la cafetería en la he quedado con Chiara desde hace más de media hora, se ve que la chica es de todo menos puntual. Me he pedido un cruasán de chocolate y un café. Para cuando Chiara llega a la cafetería, el primero ya ha desaparecido.
-Martin, sorry.- es lo primero que me dice.- Estaba terminando una canción, el viernes tengo un bolo y estoy petadísima. Pero here I am. - me abraza.
-Pensaba que ya no ibas a venir.- le digo, riéndome.
-No te iba a dejar tirado. Sandra, ponme un matcha porfi.- le dice a la camarera.
Ella sonríe y al segundo lo trae, como si lo hubiera preparado antes solo para ella.
-Y cuéntame, ¿cuál es el chisme que me traes?- pregunta, menuda cotilla.
Los dos reímos.
-Pues estoy aquí porque mi sueño es dedicarme a la música, tengo que entregar una canción en dos semanas y no tengo nada, no me sale componer, estoy simplemente bloqueado.- le digo.
-Vale, te entiendo.- me responde.- Yo soy de Inglaterra, me vine aquí con toda mi familia porque una compañía española vió mis vídeos en Youtube cantando y me contrataron. Me pidieron una canción que tenía que entregar en un plazo, no me dió tiempo y me echaron.- me dice, dándome un golpe de realidad.
-¿Y qué hiciste?
-Pues seguí luchando por mi sueño, Martin.- me dice sonriendo, le devuelvo el gesto.- Me matriculé en la uni, estudié composición musical. Todo iba bien, hasta que en el segundo año de carrera todo se torció.- hace una pausa, se ve que le cuesta recordarlo.- Me enamoré.
-¿Y no salió bien?- le pregunto.
-Todo lo contrario, salió demasiado bien. Yo nunca había tenido una relación, quiero decir, había tenido mis rollos, pero nada más. Y ella lo cambió todo.
-¿Ella?- pregunto.
-Sí, se llamaba Violeta. Estudiaba conmigo en la uni. Fue un año estupendo Martin, el amor es algo tan arrollador. Pero claro, como todo lo bueno, se tuvo que acabar.
-¿Qué pasó? Si me lo quieres contar, claro.- sugiero.
-Teníamos muchas peleas, ella era muy guapa, salía mucho, ligaba mucho. Y yo solo era una más, como una estrella que orbita alrededor del sol ¿sabes? Yo me sentía así con ella, y nadie se merece sentirse así por nadie. Así que de un día a otro nos alejamos, y no he vuelto a saber de ella.
-Lo siento Kiki, seguro que lo pasaste fatal. - la apoyo.
-Pues sí, pero saqué algo positivo de todo aquello, escribí muchas canciones. Y me compré el local. Y así fue como cumplí mi sueño, por un corazón roto.- me dice sonriendo.
-Hablando del local.- me acuerdo.- Tenemos que organizar el cumple de Juanjo.- le recuerdo.
-Lo sé, tú no te preocupes. Ya quedaremos otro día para hablar de eso. Ahora háblame de él.- me dice.
Cojo aire.
-Por dónde empezar, toda tu historia con Violeta me ha recordado un poco a la nuestra. Es decir, yo también siento que orbito a su alrededor, que para él solo soy una estrellita más. Pero a veces me hace sentir que no es así, que realmente él me ve como más que a su mejor amigo. - le digo, sincerándome por completo.
-Te brillan los ojos.- me dice, sonriendo.
Me da un pinchazo en la barriga.
-Déjame darte un consejo como tu amiga que soy, merece la pena luchar por lo que hace que te brillen los ojos.
Y justo ahí, lo entiendo todo, es bueno tener un amigo. Un amigo con el que contar, un amigo que te escuche, que te comprenda. Y yo por suerte, tenía a Kiki.
(...)
No sé cómo, pero acabamos en casa de Kiki. Estamos en su habitación hablando sobre su gato, cuando decide que es buena idea sacar su teclado.
-Vale, te voy a enseñar la canción que he terminado hoy para el bolo del viernes.- me dice muy feliz.- Eres la primera persona que la escucha.
-Me siento alagado.- digo, y ambos comenzamos a reír.
-Se llama "Una ronda de más"- concluye. Empieza a tocar el teclado, sus dedos se funden suavemente con las teclas, y de repente su voz lo inunda todo.
"Y como siempre, yo pensaba que habías cogido tus cosas, que habías plegado.
Pero como siempre, suponía que lo nuestro había terminado.
Pero como siempre, nunca he querido venir y hacerte daño.
Y ahora para siempre, tu corazón no soportará otro año"
Empiezo a entender demasiado bien para quién va la canción, y me quedo embobado, pues mi amiga tiene una voz preciosa.
Sigue cantando.
"Tú eres la que vuelve, porque ya verás que con un beso más, aquí estarás, pidiendo una ronda de más"
-Te canto hasta ahí, ahora te toca a ti.- termina por decir.
-Kiki, quiero escucharla entera, es preciosa.-le digo.
-La escucharás en el bolo.- se ríe.-Vamos Martin, quiero escucharte.- dice, y hace un puchero.
-Vale,vale, tu ganas.- Kiki salta de la emoción. Me río. Me pasa el teclado y sin que yo lo planee, mis dedos empiezan a tocar "Daylight" de Taylor Swift.
Canto sintiendo la canción, perdiéndome en las notas del teclado, olvidando donde estoy, solo canto y lo imagino a él.
"I don't wanna look at anything else now that I saw you" Finalizo cantando. Y siento que es verdad, porque no quiero mirar a nadie más ahora que lo he visto a él.
Toco las últimas notas y miro a mi amiga, su cara es de asombro total.
-Necesito que cantes en mi bolo.

You are in love - Juantin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora