MARTIN
Llevo desde anoche evitando a Juanjo. Y puede que por primera vez estemos de acuerdo en algo, ya que él también está ignorándome a mí.
He intentado componer, me quedé hasta tarde intentándolo, de hecho. Pero no ha salido nada, al menos, nada bueno.
Me he tirado todo el día en mi habitación, de la cama al escritorio, del escritorio a la cama, y así sucesivamente.
Álvaro ha entrado un par de veces a traerme comida. Pero nada más, entiendo el hecho de que no quieran molestarme, pero igual lo que necesito es algo de compañía. Es tarde cuando decido salir de la habitación y dirigirme hacía el salón, encontrando, para mi sorpresa, a Bea sola en el sofá.
-¿Pasa algo?- me pregunta. Y veo normal la pregunta, ya que se me ven las ojeras de no dormir a leguas.
-No he escrito nada.-confieso.
Bea le da dos toquecitos el sofá para que me siente a su lado.
-No te agobies, Martin. Saldrá en el momento en el que tenga que salir.-me tranquiliza.
-Me da miedo no llegar.-le digo, el nudo en la garganta se apodera cada vez más de mi.
-Ven.-me tumba sobre su pecho y me acaricia el pelo.-Cuéntame todo lo que te pasa por la cabeza.
Tomo aire y empiezo.
-Me da miedo no ser suficiente, fallar en lo que supone que soy bueno. ¿Cómo voy a ser cantautor si no soy capaz de escribir mis propias canciones? Me da miedo defraudarme a mi mismo, al Martin que de pequeño soñaba con que la gente se emocionara en sus conciertos.- rompo a llorar. -Me da miedo también defraudar a la compañía, que vean que apostar por mí no fue la mejor elección. Defraudar a mi ama, a mi aita, an mis hermanos, que su niño cantante en verdad no sirva para esto. Y me da miedo defraudar a Juanjo.-suelto su nombre sin ni siquiera pensar y algo se para dentro de mi.- Que vea que el dejarme su casa no ha servido para nada, que no esté orgulloso de mi.- finalizo y me seco las lágrimas con la manga de la sudadera.
-Vamos por partes.- me dice.-Lo primero tranquilízate, estoy aquí.-Me coge de la mano. -Lo segundo, no he escuchado nada tuyo, pero Martin, estoy segura de que si te ha contratado esa pedazo de compañía que dices, tienes talento. Dale tiempo a la composición, mientras más te agobies lo vas a llevar peor, y date tiempo a ti también, que yo se que en esa cabeza hay más que este problema.- Los dos sonreímos. - Tu familia va a estar orgullosa de ti, pase lo que pase, has sido muy valiente al dejar toda tu vida atrás para dedicarte de lleno en la música, mucha gente no tendría el valor de hacerlo.- sigue, sin soltarme de la mano.- Y por Juanjo no te preocupes, sé perfectamente
que está encantado de tenerte aquí, y ha repetido varias veces lo orgulloso que está de tu elección.- suelta, restándole importancia.
Sonrío como idiota, porque me estoy dando cuenta, Juanjo me hace parecer idiota, el más idiota de todos.
Bea se da cuenta. Y me pega un golpecito en el hombro.
-Te vendría bien hablar con Chiara.- me dice.
-¿Con Kiki?- pregunto confuso.
-Le pasó una cosa muy parecida, así que sabe de primera mano cómo te sientes, en ambos sentidos digo, con la música y con lo de Juanjo. Además me pidió por favor que le diera tu número, que eras "amazing" y que quería ser tu amiga. Podéis quedar, así de paso organizáis el cumple sorpresa de Juanjo en su local y podéis compartir experiencias.
Y tal y como lo dice, me convence, porque una media hora después estoy escribiendole a Kiki para quedar y tomarnos un café.
