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Día 16: Ronroneo Omega.

Dan tenía más de un día allí escondido entre sus cobijas, pensando en lo que Jaekyung le había dicho

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Dan tenía más de un día allí escondido entre sus cobijas, pensando en lo que Jaekyung le había dicho. Se sentía tonto por haber insistido que hablar. Recordaba lo que el otro muchacho le había confiado hace tiempo, Jaekyung no estaba acostumbrado a tener pareja. Quizás era por eso, sabía que había tenido una vida complicada en la que su agresividad funcionaba como una manera de drenarse. Tal vez eso estaba pasado, no sabía comunicarse y solo reaccionó aislándose.

Aunque el aislado en ese momento fuera otro… El mecanismo de desahogo de Dan era estar solo, era lo que mejor hacía por el trabajo de sus padres, además de que su abuela vivía en otro sitio muy lejos por aquellos años. Apenas si conversaba con el cocinero de la familia y ocasionalmente con Namwook antes de que le tuviera tanta confianza como ahora.

Cerró los ojos al sentir que alguien entraba a la habitación.

—Dan— la voz de Jaekyung justo antes de que se cerrara la puerta. El nombrado no respondió. —... Nos tienes preocupados, has pasado un día aquí encerrado— sintió su peso caer en el colchón. —... Tu abuela está preocupada por tí— sonaba preocupado. —... Yo estoy preocupado por ti— eso hizo que Dan abriera los ojos.

No quería caer tan pronto ante el alfa.

—Si tanto te hubiese preocupado, ¿por qué no viniste antes?— cuestionó aún escondido.

Jaekyung suspiró para recostarse a su lado.

—Estaba ocupado con mis cosas— respondió buscando con la mano encima de aquella cobija, dónde estaría la cabeza del omega. —... Ayer pasó algo raro, pero creo que ya entiendo…

—¿Ahora sí quieres hablar de eso?— Dan dejó que el otro descubriera su cabello para acariciarlo.

Jaekyung le respondió con un ruidito, afirmando lo que preguntaba el joven.

—Dan— le llamó con un hilo de nervios. El chico lo encaró al sentir aquella emoción tan desagradable emanar del alfa.

—¿Qué pasa, Jaekyung?

—Creo que Yejun es mi padre…— dijo lentamente, como si su humor se apagara progresivamente.

Dan abrió los ojos del asombro, el corazón le dió un vuelco al mismo tiempo que se ponía una mano allí.

—¿Qué?— casi no le salía la voz. Jaekyung miró al otro lado y tragó grueso. No se sentía orgulloso de su descubrimiento. —... Pero… ¿Cómo es eso posible?... Tú y él casi no se parecen en nada— repuso Dan.

—Soy más parecido a mi madre de lo que crees, Dan— justificó. —. Casi no recuerdo a mi padre por qué mi madre no me dejaba verlo nunca— explicaba ahora mirándose las manos. —... Más que un par de veces dónde se colaba por el patio de dónde vivíamos, me avisaba de cierta manera que estaba allí y yo apenas podía verlo como se iba nuevamente luego de dejar algo de dinero y un par de cosas para mí, por qué mi madre también se despertaba y sabía que si lo veía llamaría a la policía por qué tenía prohibido estar cerca de nosotros— se sentía apenado al tener de qué hablar de eso, Dan le tocó un hombro.

—Jaekyung… Aún no entiendo… ¿Qué te hace creer que Yejun es tu papá?

El pelinegro tomó aliento antes de responder con un silbido tan fuerte e idéntico al que ayer hizo aquel hombre.

Dan se alejó de él otra vez. Jaekyung se apretó los labios.

—Así me avisaba que estaba en la casa— bajó la cabeza. —... Mi madre solía decirme que mientras más lejos estuviéramos de él mejor sería, que no era una buena persona para nosotros… Y mira cuánta razón tenía— miró a Dan. —. Me siento terrible al entender que fue mi padre el que te-

Dan le tapó la boca.

—Por favor, no sigas— pedía para contener el llanto.

Hubo silencio un largo rato, Dan se acostó en su costado. Jaekyung le acarició el cabello mientras besaba su cabeza con amor. Estaba algo molesto por la situación, pero al mismo tiempo tenía mil sentimientos encontrados por lo que había descubierto. Trató de olvidar todo con la rica fragancia del joven castaño. Cerró los ojos mientras hundía los labios en sus cabellos.

Dan empezó a ronronear al sentirse en aquella profunda paz proveniente de los brazos de Jaekyung. Se aferró tanto a aquella emoción, que no iba a permitir que le volvieran a dejar solo.

—Jaekyung— llamó tocando su pecho por encima de su camiseta.

—¿Dime?

Dan se sentó, por algún motivo le transmitía una rara sensación al alfa.

—No le hablemos de esto a nadie— el pelinegro lo miraba como sí no fuera Dan. —... No quiero que te saquen de aquí, ¿entiendes? Namwook sería el primero en desconfiar de tí y sé que por más que yo hable con él no va a entender que las decisiones de tu padre no tienen nada que ver contigo y que tú no eres culpable de lo que le pasó a mis papás.

Jaekyung entrecerró los ojos. En cierto modo entendía lo que Dan trataba de explicarle, sabía bien que Namwook sabía de dónde venía y lo que hacía antes para ganarse la vida. Se había cansado de sobrevivir hacía rato, solo quería estar tranquilo. Del mismo modo en que era ahora con Dan.

Asintió para abrazar al omega, que lo refugió entre sus brazos.

—Está bien, Dan.

El nombrado se sintió más calmado mientras Jaekyung lo abrazaba.

JINXED || Jinx manhwa - OMEGAVERSE AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora