En las sombras de las calles más bajas de la ciudad, dos corazones jóvenes se encuentran en un torbellino de emociones y peligros inesperados. Dan, con un pesar insufrible y Jaekyung, con un pasado turbulento, se entrelazan en un destino que ninguno...
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Dan y Jaekyung se estaban preparando para salir de casa aquel sábado, era tarde y todas las luces estaban apagadas. Lo que daba a entender que más bien se estaban escapando para salir.
Se quedaron paralizados cuando se encendió la luz de la lámpara de mesa junto al sillón individual en la sala. El omega se aproximó y cuando vio que era su abuela abrió los ojos con miedo. La señora Kim suspiró viendo a Dan arreglado y asegurado con su collar de protección puesto. Esta se quitó sus gafas antes de proseguir.
—¿Y bien?— cuestionó levantando las cejas.
—¿Bien, qué?— Dan se puso nervioso.
La señora Kim juntó las manos sobre su regazo.
—Jaekyung— llamó esta en un tono que obligó al alfa a hacerse presente en la escena. —. ¿Qué está pasando?— preguntó mirándolos.
Jaekyung se mantuvo sereno.
—Solo íbamos por algo para tomar— respondió Dan.
—¿A dónde? Por qué no creo que se hubiesen vestido así de bonito para ir a la cocina— repuso ahora torciendo la boca. —. Te estás volviendo un mentiroso muy hábil, Dan. Muy curioso, porque recuerdo que mi nieto no era así— dijo en un tono de voz que hizo sentir mal a Dan.
Empezó a emanar de él el olor a tierra mojada.
—Dan quizás está cambiando y eso no significa que sea para mal— dijo Jaekyung metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta.
La señora Kim se mostró interesada en Jaekyung.
—¿Y por qué Dan cambiaría?— levantó la cabeza hacía el muchacho. —He estado ocupada con cosas que tienen que ver con nuestro clan que apenas me percato que mi nieto sale los fines de semana y aparece hasta el otro día.
—Está conmigo durante esas salidas y yo no pienso dejar que le pase algo malo.
—Tienes razón en algo— lo señaló. —, está contigo, eres un alfa Joo Jaekyung y Dan no es más que un omega— el de pelo castaño miró al más alto antes de sonrojarse, luego volvió la vista hacia la mujer.
—Abuela, ¿qué insinuas?
La señora Kim se rió bajito.
—Los dos están saliendo y no lo digo por la mera acción de salir por esa puerta— se puso de pie. —. Solo quiero que me digan la verdad, ¿hay algo o no entre ustedes?
El temor se reflejó en la cara del par. Dan empezó a tartamudear incluso.
—A-abuela, y-yo te lo e-expli-plico…— le extendió una mano mientras temblaba.
Jaekyung decidió tomar la palabra.
—Dan— llamó con voz firme, haciendo que el omega se quedará en su lugar mirándolo. —, yo responderé— dijo más calmado para tomar aliento. —... Señora Kim, déjeme decirle que estoy plenamente agradecido con su ayuda y por lo bien que me han tratado desde que estoy trabajando en su casa. Nunca he pensado en hacer algo que le falte el respeto a usted ni su familia, así como al joven Dan— se detuvo un momento. —, decir que le tengo afecto es poco— Dan se sonrojó aún más mientras que la señora Kim estaba atenta a las palabras de Jaekyung.
