Día 13: Ojos de cachorro.
Este capítulo es una mención especial para el "Amiga date cuenta".
Dan se despertó en medio de las almohadas y sábanas, con la luz del sol apuntando a la cama. Obligándolo a quejarse mientras se tapaba con una mano los ojos.
Miró mejor al techo, para terminar de entender que no estaba en su casa. Luego de a poco volvió a recordar la noche que tuvo y su apenado sonrojo apareció para hacerlo abrir bien los ojos. Trató de darle la espalda a la ventana cuando aquella punzada en su ingle se hizo presente.
—¡Auch!— se llevó las manos a esa parte con los ojos apretados. —... Me duele mucho— notó entonces que arriba de la mesita de noche faltaba el teléfono de Jaekyung. —... ¿Jaek?
—Salió a comprar un par de cosas— había un muchacho parado en la puerta con los brazos cruzados.
Dan se sentó para verlo, pero eso lo obligó a soltar un gemido de dolor. Rato después notó que seguía desnudo, así que se tapó el pecho con la cobija al mismo tiempo que miraba de pies a cabeza al contrario de cabello verde, que parecía estar molesto.
—¿Tú vives aquí?
—Le cuido la casa, aunque curiosamente soy yo quién le paga a Jaekyung por el alquiler— decía para quitarse su chaqueta de animal print. —. La casa era de su padre, hace varios años se la regaló y como Jaekyung no quería vivir aquí decidió alquilarla mejor. Claro que de vez en cuando venía a pasar la noche, me extrañaba no verle su careta de amargado por acá— contaba con la voz altanera. —... Aunque ahora que te veo— lo escudriñó con la mirada. —... Entiendo que estuviera tan ocupado estos meses— puso una sonrisa.
—Ah… Entonces lo conoces…
—Mucho más de lo que quisiera admitir— suspiró.
Dan recordó todo el ruido que se formó anoche.
—¡Oye!— llamó su atención antes de irse. —L-Lamento haberte molestado esta ma-madrugada— Dan bajó la cabeza.
El muchacho se rió.
—Trabajo en una esquina durante las noches— Dan se sorprendió cuando entendió que se refería a que era un gigolò. —, supe que estaban aquí por qué él me escribió antes de que yo saliera a mi jornada— levantó una ceja. —. Acabo de llegar… Eres el más decente de todos los omegas que ha traído aquí— lo señaló. —. Eres el único que no he pescado revisando las gavetas, qué igualmente no tienen más que pelusa para robar— Dan se sintió intrigado. —... Jaekyung odia a los ladrones y a los borrachos— notó la botella en la mesita. —. Supongo que tú no eres un borracho problemático.
—Pues, no, yo más bien-
Se calló cuando el joven cerró la puerta detrás de sí mismo para acercarse rápidamente hasta la cama.
—Te ves demasiado inocente para ser de su gusto, Jaekyung los prefiere experimentados debido al detallito entre sus piernas— decía viendo a Dan. —. Sí, también estuve en tu lugar, no tan adolorido claro, pero lo estuve. Jaekyung no ha tenido pareja en muchos años ya que nunca le resultan— el castaño trató de retroceder pero este le sujetó la mano. —, no hablo solo en lo sexual sino en lo general. Se aburre rápido de la gente, a mí me tolera porque vivo aquí y le cuido la casa.
—¿Qué estás tratando de decirme?— Dan frunció el entrecejo.
—No eres el último omega al que veré despertando en esta cama y que hayas tenido tú primera vez con él no te hará especial tampoco— le dijo a la cara. —. Te daré un consejo, Jaekyung no es de relaciones largas, mucho menos de tener un compromiso, así que aprovéchalo mientras puedas… O mientras no se canse de tí— lo miró a los ojos. —. Además, su familia no está en muy buenas cosas que digamos, no te conviene en lo absoluto, se ve que eres un niño bueno de casa. ¿Tus papás saben que viniste a revolcarte con un vago buscapleitos?
Dan estaba conmocionado por lo que había oído, no quiso responder más a la conversación. No pudo evitar que sus lágrimas se amontonaran en sus párpados inferiores, tanto que estos empezaron a brillar por las mismas. Sus ojos casi suplicaban cual cachorro pequeño que todo fuera una mentira, pero no hubo más palabras después de eso.
El joven de cabello verde asintió para acariciar su cabello y darle la espalda. Justo en el momento que se escuchó la voz de Jaekyung en la casa, se encontró al muchacho en el pasillo antes de meterse a su cuarto con esa sonrisa mala que lo caracterizaba.
Traía algunas bolsas en la mano mientras se dirigía a la habitación donde lo esperaba un Dan con lágrimas en los ojos.
—Hey, ¿qué te pasa?— Jaekyung cerró la puerta para sentarse en la cama.
Dan se limpió las lágrimas de velocidad, miró a Jaekyung como si nada hubiera pasado.
—N-nada, es que me desperté y no te vi aquí— excusó nervioso. El pelinegro aún no se veía convencido del todo. —... ¿Qué trajiste?
—Ah, es que creo que nunca me dijeron que estés en control así que…— le sacó una caja rectangular, pequeña de cartón.
Dan la tomó para leer lo que era. Se sorprendió una vez se enteró.
—¿Pastillas del día siguiente?
—Anoche te anudé, Dan— respondió serio. —. Y yo sí te voy a decir que no estoy listo para un cachorro, apenas paso de los veinticinco y creeme que aún no me veo con hijos ni siquiera dentro de cinco años más.
El omega se rió, el alfa tenía una expresión graciosa en la cara mientras hablaba sobre su preocupación.
Tocó una de sus manos para hacer que se calmara.
—La tomaré— dijo compasivo. —. ¿Qué más tienes allí?— Jaekyung sacó un paquete de compresas pequeñas, Dan se veía incrédulo. —... Jaek, por favor.
—En estas bolsas está todo lo que vas a necesitar luego de que te tomes eso, hazme caso, no es la primera vez que…— fue bajando la voz hasta que se quedó callado.
—¿Cómo?— Dan se veía curioso.
Jaekyung suspiró. Haber visto a su inquilino salir de la habitación no era buen indicativo. Decidió ser honesto con Dan.
—No es la primera vez que soy tan descuidado con esto, ¿okey? Solo quiero evitar problemas tanto para tí como para mí— se tocó el pecho. —. Te traeré agua para que te tomes la pastilla— el Omega asintió para abrir la caja. —, también te prepararé la tina, te sentirás mejor así luego iremos a desayunar y…
Salió de la habitación mientras balbuceaba. Se veía lo nervioso que estaba.
Dan pensaba en todo lo que había vivido y lo que había oído y no estaba seguro del por qué eso le generaba un estrés repentino. Se miraba el cuerpo bajo el agua de la tina, se sentía muy diferente a como acostumbraba. Tal vez era la pastilla, pero lo consideró muy apresurado todavía. Cerró los ojos y cayó entonces en el vago pensamiento de que era su recompensa por haber hecho lo de anoche.
Su mente no estaba ayudándolo en nada.
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JINXED || Jinx manhwa - OMEGAVERSE AU
RomantizmEn las sombras de las calles más bajas de la ciudad, dos corazones jóvenes se encuentran en un torbellino de emociones y peligros inesperados. Dan, con un pesar insufrible y Jaekyung, con un pasado turbulento, se entrelazan en un destino que ninguno...