Día 5: Colmillos.
—¿Cómo te has sentido estos días, abuela?— Dan usaba una regadera plástica sobre las plantas del jardín.
Su abuela estaba en el otro lado, quitando insectos a la pequeña plantación de vegetales.
—Hoy amanecí mejor, Dan… Estoy anciana ya, me quejo más que una puerta— se quejaba la señora para enderezar la espalda. —. Casi no te veo por la casa estos días, ¿estás saliendo más seguido ahora?
Dan se sonrojó.
—Eh, no— respondió para detenerse y mirarla. —. He estado muy ocupado con la universidad… Además, mi guardaespaldas no me deja salir más allá de las 9 de la noche.
La señora Kim soltó una risita.
—Ese muchacho, se ve que es muy aplicado en su deber— dijo para sacar de uno de los bolsillos de su delantal algo de proteína para la tierra. —. Por ahí escuché de Namwook que… Te gusta el olor a menta que él tiene encima.
—Ese cuatro ojos— pensó Dan para volver a su labor.
—También dijo que el muchacho solo huele así cuando ve que estás cerca— la abuela avanzó al siguiente cajón de madera. —... ¿No será que se gustan ustedes dos, Dani?
El castaño se quedó helado hasta que se acabó el poco de agua restante en la regadera.
—E-es muy pronto pensar en algo así… Solo han pasado dos semanas desde que está viviendo aquí— se devolvió hasta la puerta de entrada para abrir la llave a la altura de su rodilla y volver a llenar el envase. —. Sí me agrada, okey, es verdad. Pero es demasiado pronto para suponer algo así.
—¿Y desde cuándo el tiempo ha sido un impedimento?— el tono de voz de la señora Kim era de reproche. —Uno nunca sabe, el instinto y el destino a veces se combinan para decir lo mismo.
Dan se acercaba mientras hablaba, con la regadera en las manos.
—Abuela, esas cosas funcionaban antes cuando a los omegas los obligaban a casarse y por el tema del vínculo y las feromonas, ya no podían separarse— le explicaba para regar los tomates recién limpios de insectos. —. Actualmente, es totalmente posible decidir con quién y cuándo, y si no resulta también hay maneras de separarse.
La señora Kim lo miró bajándose las gafas, le escrutaba con la mirada. Dan decidió seguir con lo suyo. Pero la señora Kim, no se iba a quedar con las ganas de hacerlo reaccionar.
—Hacen una bonita pareja ustedes dos— volvió a su labor mientras Dan se tragaba un grito.
—Abuela, ya…— suplicó con la voz temblorosa para luego verla nervioso.
La señora Kim solo se rió para volver a su labor.
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JINXED || Jinx manhwa - OMEGAVERSE AU
RomansaEn las sombras de las calles más bajas de la ciudad, dos corazones jóvenes se encuentran en un torbellino de emociones y peligros inesperados. Dan, con un pesar insufrible y Jaekyung, con un pasado turbulento, se entrelazan en un destino que ninguno...