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Escuchó a aquel Omega hablarle con tanta suavidad a su cachorro, esperaba el brote de ira consumirlo,pero nunca llegó, abrió un poco la puerta y lo vio amamantar al pequeño.

Katsuki se dio cuenta que el pequeño ni un nombre tenía, aquello lo hizo sentir peor.

Siguió observando en silencio, cuántas veces había deseado e intentado forjar un vínculo con el pequeño, sentarse y pegarlo a su pecho, sentirlo.

Su cabeza estaba en debate, debía molestarse por aquel atrevimiento de parte del peliverde? o agradecerle que por primera vez su cachorro se estaba alimentando correctamente?

—Kats?— Denki era otro de los pocos omegas de la clase A, se acercó a su jefe al verlo espiar en su propia oficina.

Curioso se asomo tantito viendo a aquel peliverde y al cachorro, olfateo un poco sintiendo su corazón derretirse

—el aroma del cachorrito— dijo bajito, había mantenido su distancia tanto como podía con el pequeño, le gustaba el bebé, pero como era natural su Omega no lo aceptaba, después de todo no era suyo y formar un vínculo era imposible, agregando que el cachorro no tenía aroma.

—Lo se— susurro Katsuki

—Espera, yo lo he visto antes, es el de equipo de soporte, se alejo hace poco más de un año, era el Omega de Hawks, pero los rumores decían que se separaron— justo en ese momento Izuku ladeo su cabeza y se inclinó para dejar un dulce beso en la frente del bebé, del borde de su suéter de cuello alto se asomaba el borde negro de su marca— oh dios— gimoteo Denki alejandose de la puerta y llevando su mano a su boca— su cuello, pero está lactando entonces, estará pasando lo mismo que tú?

Katsuki se encogió de hombros, antes de volver a ver al interior, suspiro y decidió que era hora de entrar.

Cuando lo hizo vio el terror en los ojos verdes, y como luego ese chico bajaba la cabeza de forma sumisa.

—Perdon, lloraba mucho intente de todo, él no acepto nada y su llanto me dolia— susurro bajito— no debí tomarme esa libertad.

—Sueles ir por ahí amamantando a cachorros ajenos?— gruño Katsuki sonando más rudo de lo que deseaba.

—N-no señor— Izuku despegó al bebé de su pecho y se cubrió antes de levantarse y acercar al bebé a Katsuki

Katsuki dio un paso atrás de forma instintiva soltando un gruñido bajo y amenazador, solo abrazaba al bebé de ser necesario, nunca más de la cuenta.

Izuku se quedó congelado al ver esa reacción, paso su vista desde el cenizo al pequeño y de vuelta lentamente, ante el gruñido y el aroma que desprendió el cenizo él bebé se encogió de forma inmediata comenzando a llorar con angustia

Izuku no sabía que hacer, con cuidado llevo al pequeño a su pecho acomodándolo para comenzar a palmear su espalda y que sacará el aire, y también darle un poco de seguridad.

—Perdon— dijo el cenizo alejandose, realmente a veces solo deseaba arrancar a su lobo de su interior y explotarlo hasta que no fuera más que un estúpido recuerdo, quería abrazar y disfrutar de su bebé como ese chico estaba haciendo pero no podía.— tienes cachorro?

Izuku bajo la vista ante esa pregunta, el bebé se había calmado, recargo su mejilla en la pequeña cabecita del bebé y nego.

—Mi cachorro murió a unos días de nacer— dijo con pena caminando hasta el bambineto y dejando ahí al bebé— tenía problemas en su corazón y no lo soporto.

Katsuki miro como el joven veía a su bebé, sus ojos verdes brillaban, negó despacio antes de alejarse.

—Entiendo si por mi imprudencia no me da el trabajo, a sido un placer conocerlo Dynamigth— Izuku hizo una pequeña reverencia, había algo en el cenizo que lo hacía sentir como si estuviera en presencia de un alfa más que de un Omega, su aroma y la forma en que se movía, incluso como los demás lo respetaban.

Katsuki no dijo nada y solo lo vio irse.

—Y el doctor?— pregunto Eijiro entrando a la habitación, alzó la nariz oliendo con curiosidad, generalmente la oficina olía a cachorro enfermo lo que ponía nerviosos a todos. Pero en ese momento había un suave aroma frutal, quizá fresas y menta, se acercó curioso a dónde estaba el bebé viéndolo dormir tranquilamente, se veía un ligero sonrojo en sus mejillas ahí donde antes solo había una palidez enfermiza— Blasty que paso?

—Él lo amamanto, y lejos de sentirme molesto me sentí aliviado, yo no quiero que muera pero soy egoísta y no puedo darlo, pero él lo veía como si fuera una joya— suspiro mirando en dirección al pequeño— que debo hacer?

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Izuku salió de la agencia con paso lento, su cuerpo estaba muy débil como para avanzar con rapidez, aún así había una pequeña sensación de calidez, sus lágrimas bajaron por sus mejillas.

Cuando su pequeña nació, él solo la pudo ver antes de que se la llevarán sin decir más, cuando la volvió a ver estaba en un cunero con cables y máquinas, jamás pudo sostenerla con vida, no pudo ver sus ojitos, no pudo sentirla pegada a su pecho ni afianzar el vínculo que tenían, cuando la sostuvo por primera vez ella ya se había ido de ese mundo.

Llevo su mano de forma inconciente a su vientre, estaba vacío, solo quedaba la cicatriz que apenas se notaba, solo vivía de los recuerdos.

Pero sentir a ese pequeño, fue una sensación indescriptible, no era un sustituto jamás, era solo la emoción de sentir que el pequeño ya no se sentía tan solo, que ambos se ayudaron por un momento.

—Midoriya!— aquella voz lo saco de sus pensamientos, era Rumi con su traje de héroe, la gente se giro a verlos pues la heroína generalmente era seria y en ese momento saltaba contenta para llegar al peliverde— fuiste a la agencia?

Izuku sonrió y asintio— si pero no conseguí el trabajo, supongo que tome libertades que no debí, pero está bien— le dijo con tranquilidad

—Tenemos trabajo Mirko— la voz de Hawks hizo que Izuku se tensara— deja de perder el tiempo.

—Largate— sisieo Mirko viendo al rubio que solo dirigió una mirada despectiva a Izuku antes de alzar el vuelo— lo siento no crei que fuera tan descarado para bajar.

—N-no te preocupes— le dijo— llegarás tarde?

—A la misma hora de siempre por?— pregunto curiosa.

—Pasare a comprar lo necesario para la cena, nos vemos entonces Rumi, y suerte, atrapa a los malos— le dijo con suavidad y Rumi le sonrió grandemente antes de asentir e irse

La vio alejarse, adoraba y agradecía todo lo que ella ha hecho por él, de no haber estado en su vida quizá él ya habría tomado una mala decisión

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Era noche y él pequeño no paraba de llorar, su llanto era tan doloroso, Katsuki hacía lo que podía pero el bebé no paraba.

Apenas acepto la mamila, lo paseo, intento de todo pero el pequeño solo empeoró, tenía miedo de que aquel llanto dañará al bebé.

A media madrugada lo llevo al hospital, el doctor lo reviso, miraba a Katsuki con tristeza, el abandono en el cachorro estaba causando estragos graves en el pequeño cuerpo.

Katsuki les contó lo del Omega creyendo que eso le había dañado, el doctor negó— debería agradecerle, ese Omega le compro vida a su pequeño pero solo muy poco, eventualmente el desgaste será mayor.

El bebé paso esa noche ahí, bajo la atención médica y Katsuki no quería aceptarlo pero debía buscar al peliverde y rogarle de ser necesario que lo ayudara, no podía dejar que el pequeño muera.

Lazos (BkDk) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora